Un buen bronceado resalta las facciones, disimula pequeñas anomalías del cutis y aporta un aspecto sano y descansado. Sin duda el tono que conseguimos con la ayuda de los autobronceadores favorece y permite, especialmente a quienes tardan en adquirir el ansiado tono dorado, conseguir un resultado más que satisfactorio. El objetivo siguiente es prolongarlo lo máximo posible.
Paso a paso para conseguir el mejor bronceado
En primer lugar necesitamos previamente activar la microcirculación con el objetivo de combatir la falta de luminosidad e incrementar la renovación celular. ¿Cómo? Realizando un suave masaje ayudándote de un rodillo de jade. Además de aportar energía, tiene propiedades calmantes, estimula y, algo más. Gracias a su efecto detox mejora la textura de tu piel, clave para que el tono de tu piel permanezca uniforme tras aplicarte el producto.
Otra aliada sin duda de un buen bronceado es la nutricosmética solar. Además de aportar los oligoelementos que la piel necesita puede provocar un suave efecto autobronceador si eliges la apropiada. Las que contienen aloe vera, son magníficas. Mejoran la pigmentación de la piel, refuerzan el sistema inmunológico, digestivo, respiratorio y articular... Y, por supuesto, te ayudan a retardar el envejecimiento gracias a su capacidad de producción de colágeno. Sin duda, a la hora de maquillarte los cosméticos autobronceadores, con fórmulas “inteligentes”, son magníficos. Nos proporcionan un tono bonito y uniforme. La clave es elegir productos de calidad y con sustancias que protegen y tratan nuestra piel. Es el caso de la quercetina, una sustancia autobronceadora que gracias a su acción antioxidante combate los radicales libres y proporciona además la dosis de hidratación necesaria.