La limpieza facial es uno de los pasos más de importantes (si no el más importante) de nuestra rutina de cuidado facial. La limpieza facial es un proceso crucial en cualquier rutina de cuidado facial. Sin embargo, muchas veces subestimamos su importancia y no le dedicamos el tiempo y la atención (exhaustiva) que merece. La piel está diariamente expuesta a factores externos como la contaminación, la suciedad, el sudor y los restos de nuestro maquillaje. Lo que puede provocar una acumulación de impurezas y obstrucción de nuestros poros. Por eso, es vital hacer una limpieza profunda y efectiva para mantener nuestra piel sana y radiante. Con esta limpieza triple que te recomendamos te asegurarás de que tu piel se limpia en profundidad y está preparada para el resto de tu rutina de cuidado facial. ¿Preparada? ¡Vamos a ello!
La triple limpieza facial es una técnica que se ha popularizado recientemente entre las expertas del mundo de la belleza y que consiste en tres pasos clave para limpiar la piel en profundidad. Esta limpieza bebe de la rutina de cuidado facial coreana y busca un cuidado profundo y muy intenso de nuestra piel.El primer paso de esta limpieza es, con el uso del agua micelar, eliminar el grueso del maquillaje y retirar todos esos productos que han estado sobre nuestra piel durante todo el día.
El segundo paso será la segunda limpieza para la que utilizaremos un bálsamo o un aceite limpiador. Ambos productos se deben aplicar con el rostro en seco y vais masajeando vuestra cara con movimientos circulares mientras el producto va deshaciendo el maquillaje. Una vez que hemos masajeado suficientemente la piel con el bálsamo o aceite, mojamos las manos con un poco de agua para emulsionar el producto. Esto significa que el producto se convertirá en una textura lechosa que será más fácil de retirar. Enjuagamos bien la piel con agua tibia para retirar todo el producto y asegurarnos de que no quedan residuos en la piel.
El bálsamo o el aceite limpiador purificarán la piel del rostro a la vez que le aporta hidratación
La segunda limpieza con bálsamo o aceite es fundamental para lograr una limpieza profunda y efectiva de la piel. Además, estos productos también tienen propiedades hidratantes que ayudan a suavizar y nutrir la piel mientras la limpian.
Por último aplicaremos un jabón limpiador con el que realizaremos la tercera y última limpieza de la piel. A diferencia de la primera y la segunda limpieza, en la que utilizamos productos más densos o oleosos, la tercera limpieza se realiza con un limpiador en gel o espuma. Este tipo de limpiador es ideal para retirar las impurezas y residuos que puedan haber quedado tras las dos primeras en la superficie de la piel y además tiene una textura más ligera y refrescante.
Finaliza la triple limpieza facial con un gel limpiador
Para realizar la tercera limpieza, debemos aplicar una pequeña cantidad de jabón limpiador sobre la piel húmeda y masajear suavemente en movimientos circulares. Es importante prestar especial atención a las zonas donde se acumula normalmente más grasa y suciedad, como la nariz, la barbilla y la frente. Después, enjuagamos bien la piel con agua tibia para retirar todo el producto y asegurarnos de que no quedan residuos en la piel.
Una vez que hemos completado los tres pasos de la triple limpieza facial es importante aplicar un tónico o una crema hidratante para evitar la sequedad y mantener nuestra piel sana.