Embellecer tu piel en playa es posible, ¿cómo?

1. Súmate a los beneficios de la sal marina. Su alto contenido en minerales no solo nos ayuda a eliminar células muertas, también absorbe las toxinas e impurezas. Y suaviza dándole un aspecto vital inmediato, mejorando el tono. Al contener calcio limpia los poros obstruidos y en caso de acné, reduce las posibles infecciones. 

Si tienes las piernas hinchadas, varices o arañitas vasculares, los baños con sal marina,  mejoran la circulación sanguínea y alivian la sensación de cansancio. El magnesio que contiene, además, evita la retención del líquidos. Sus vitaminas y minerales alimentan las células de la piel para que trabajen mejor, consiguiendo una piel más tersa. ¿Algo a tener en cuenta? La sal también puede producir irritación en la piel, sequedad y deshidratación. Por eso no olvides emplear una crema hidratante para mantener el agua que necesita.

Carmen Navarro

2. El fondo del mar fuente inagotable de principios regeneradores y antiedad. Es el caso del termófilus, un microorganismo que crece en condiciones extremas y que por tanto tiene la capacidad inteligente de proteger las células. Vive en las profundidades del mar del Polo Sur, una región volcánica donde la temperatura del agua nunca es constante. El microorganismo puede ajustar continuamente su ADN, y sus beneficios se notan de manera inmediata en nuestra piel.

Combinado además con extracto de algas verdes de caviar, tiene un efecto mágico, optimizando las funciones dermatológicas, protegiendo la piel eficazmente y reduciendo los signos del envejecimiento. Este cóctel marino bajo el sugerente nombre de Sea Creation nos lleva en cabina a la máxima relajación trasladándonos directamente a la orilla del mar.

3. Las algas marinas como estimulante celular imprescindible. Otra experiencia marina con grandes beneficios para nuestro organismo es la envoltura con algas Kelp. Crecen a temperaturas inferiores a 20ºC, en aguas ricas en nutrientes en los círculos polares, los hábitats marinos biológicamente más productivos del mundo. Aplicadas sobre la celulitis o depósitos grasos favorecen la movilización de sales minerales y oligoelementos, estimulando el metabolismo y favoreciendo la eliminación de líquidos y toxinas.

4. Vitamina D siempre bienvenida. Por supuesto, no podemos olvidarnos de los beneficios del sol. La Vitamina D fortalece nuestros huesos, refuerza nuestro sistema inmunológico… y, mejora nuestro aspecto, siempre que recibamos los rayos solares con sensatez y precaución.

Carmen Navarro

Tomando el sol

5. Alimenta tu piel también desde dentro. Centrándonos en el plan nutricional, si hay un alimento refrescante y perfecto para pasar una jornada en la playa, es la sandía. Su aporte de agua es magnífico pata mantenernos hidratados y nos aporta además gran cantidad de nutrientes, como la vitamina A, vitaminas del grupo B y tiene un gran efecto saciante.

Con ella se pueden preparar desde sorbetes, gazpachos, zumos, gelatinas, polos refrescantes, brochetas … infinidad de combinaciones para hacernos el calor mucho más llevadero y para mantener nuestro peso y nuestra piel perfectos. Hasta nos ayuda a mejorar la producción de colágeno y mantiene la piel hidratada. Además al ser fuente de antioxidantes nos ayuda a combatir los radicales libres para prevenir la aparición de manchas  y ralentizar la aparición de arrugas.

Como consejo final, aprovecha disfrutando de un paseo mientras te dejas mecer por la brisa marina. En primer lugar, caminando conseguimos un bronceado más uniforme y llegamos incluso a zonas más difíciles de broncear como las partes internas de muslo o brazos. Además, la brisa marina, al tratarse de un aire húmedo, nos ayuda a hidratarnos y a mejorar el aspecto saludable de nuestro bronceado mientras paseamos pero no debemos olvidarnos de reponer nuestro protector solar.