Un básico del maquillaje que nunca puede faltar es el colorete. Pero eso sí, a veces resulta difícil escoger el idóneo para nuestro rostro. Solemos hacerlo atendiendo a nuestro tono de piel, pero también en esta ecuación es importante tener en cuenta el color de nuestros ojos y la forma de nuestra cara. ¡Apunta!
Según tu tipo de piel...
Pieles claras: Los tonos rosados, melocotón y corales son los ideales para las pieles blanquitas. Estos colores darán al rostro calidez y naturalidad.
Pieles bronceadas: Van a la perfección los marrones, dorados y tierra, ya que son muy parecidos a la piel.
Pieles rosadas: Prueba con las tonalidades anaranjadas y rosáceas como el color salmón. Te sumarán un toque suave y sofisticado.
Pelirrojas o con pecas: Los tonos melocotón y los anaranjados son los que mejor funcionan con las pelirrojas. Además, los tonos cálidos ayudan a disimular las pecas.
Según tus ojos...
Negros o marrones: Opta por los tonos ciruela o los rojizos, y olvídate de los tonos neutros o marrones.
Miel: Los tonos rosas con un toque violáceo o los malva encajarán con tus ojos. Evita los rosas y anaranjados.
Azules: Al contrario que en los ojos oscuros, en los azules debes evitar el tono ciruela y decantarte por el rosa chicle o el melocotón.
Verdes: Cualquier tono de la paleta de rosas es ideal. Prueba también con un tono ciruela, aunque no te resulte atractivo, realzará tus ojos.
Según tu pelo...
Rubio: La gama de rosas es la opción más acertada para el cabello claro.
Castaño: Las tonalidades anaranjadas y afrutadas como el melocotón suave son las tuyas.
Moreno: Si tienes la piel clara opta por los rosas claritos, y si es bronceada, por marrones.
Pelirrojo: Di sí a los tonos cálidos y no a los anaranjados.
Así debes aplicar el colorete según tu tipo de rostro
¿Tienes el rostro cuadrado? Traza una línea imaginaria debajo de la línea del pómulo y difumina desde el ángulo externo del labio hacia la oreja. Dará sensación de profundidad.
¿Tu cara es cuadrada? Aplica el colorete sobre las mejillas y difumínalo sobre la línea del pómulo hacia el nacimiento del cabello. Creará facciones redondeadas.
¿Cuentas con un rostro muy redondo? Aplica el colorete desde el nacimiento de la oreja hacia el labio, difuminándolo suavemente bajo la línea del pómulo. Lograrás afinar tu cara como por arte de magia.