Proteger tu piel del frío es hoy nuestro objetivo. Aunque parece que se resiste y que, quizás, aún nos regale un tiempo de tregua. Pero sabemos que tarde o temprano hará su aparición y, si no somos previsores, nos pillará desprevenidos. ¿La primera en notar sus consecuencias? nuestra piel. Sequedad extrema, irritación, pérdida de confort… pasarán a formar parte del día a día. Pero no debemos alarmarnos, solo tenemos que prepararle un buen abrigo.
Cómo proteger tu piel del frío
La primera regla de oro es protección máxima, con cosmética regenerante y muy nutritiva. Con texturas menos ligeras que las empleadas hasta ahora. Y presta especial atención a que incluyan ceramidas. Se trata de lípidos que de manera natural encontramos en nuestra piel. Nos ayudan a proteger tu piel del frío. ¿Cómo lo consiguen? Realizan una labor clave evitando su deshidratación. Le estaremos devolviendo la elasticidad perdida y protegiéndola de irritaciones y sequedad extrema.
También debemos estimular la producción de proteínas dérmicas. No nos llegan bien los nutrientes. Los capilares están muy cerrados y la circulación sanguínea y linfática no está en su mejor momento. La fuga de agua de nuestra piel marcará arrugas de expresión y patas de gallo. Las ojeras se acentuarán por la mala circulación sanguínea. Por eso es clave hidratar antes de salir de casa.
También es clave para proteger tu piel del frío el Factor de Crecimiento Epidérmico. Sus proteínas estimulan los procesos metabólicos y regeneran. Y si fortaleces tus cuidados en casa con nutricosmética enriquecida con colágeno y magnesio, las defensas de tu piel serán infalibles.
Cómo preparar tu piel para el frío en cabina
En cabina deberías proporcionarle un tratamiento con efecto 360 grados. Tiene que ser capaz de revitalizar, regenerar y calmar como Neuro Sensitive. Con activos que regeneran el manto ácido de protección de la piel y regulan el contenido de lípidos e hidratación.Si sigues estos consejos el abrigo extra que estaba pidiendo tu piel estará listo para protegerla en cuanto el termómetro nos sorprenda con el primer bajón térmico.