Haz como Sara Carbonero y presume de una piel bronceada durante todo el año. A pequeños problemas, grandes soluciones. Estar morena sin necesidad de tomar el sol en invierno es posible gracias a la cosmética (y a la química, por supuesto). Y no, los autobronceadores no son malos. Son seguros y no perjudican nuestra piel. Son una especie de maquillaje que logra en cuestión de minutos que la piel tenga un aspecto más bronceado y bonito.

Cada año la composición de los productos mejora y consigue resultados más uniformes y menos anaranjados. Es más, el efecto naranja ya es cosa del pasado. ¿Un plus? Si antes se caracterizaban por tener un olor fuerte y un tanto desagradable, ahora los hay perfumados. 

¿Cómo se consigue el tono broceado?

Entre sus ingredientes los autobronceadores contienen una molécula conocida como dihidroxiacetona (DHA) que, cuando entra en contacto con la piel al aplicarlo, da lugar a una reacción química de oxidación que tiñe las células muertas de la capa más externa de nuestra epidermis. Estas células sin vida desaparecen de nuestro cuerpo en dos o tres días, por eso nos 'pelamos' y por eso también vamos perdiendo el tono de nuestro bronceado a medida que pasa el tiempo. 

Eso sí, utilizar autobronceador no protege frente a los rayos del sol. Por eso, siempre hay que utilizar protección solar - preferiblemente de factor 50-. Ten en cuenta que es una especie de maquillaje, como un tinte. 

A la hora de elegir la textura hay en crema, bruma, aceite o spray. Para pieles secas van muy bien las cremosas. Por otro lado, las espumas funcionan de maravilla en pieles grasas y son más fáciles de extender por todo el cuerpo. 

¿Cómo preparo mi piel?

Es muy importante que antes de aplicar el producto exfoliemos a conciencia nuestra piel 24 horas antes. Poniendo especial hincapié en las zonas más rugosas como rodillas, codos o tobillos. Después de la exfoliación, es el turno de la hidratación: aplica tu crema habitual de forma generosa. Si sigues estos dos pasos, conseguirás un resultado uniforme y sin ‘ronchas’. 

Así debes aplicarlo 

Una vez que ya tenemos preparada la piel, llega el momento más difícil: la aplicación del autobronceador. Debe hacerse con sumo cuidado, teniendo en cuenta cada centímetro cuadrado del cuerpo y el rostro -si también quieres aplicarlo en la cara, claro-. Con la ayuda de un guante, para no teñir tus manos, extiende el producto haciendo círculos ascendentes. Después, déjalo secar un par de minutos y utiliza ropa holgada durante las primeras horas. Si cuando te desvistas la ropa está manchada, es suficiente con lavar las prendas y las manchas marrones desaparecerán por completo. 

Si quieres que el color te dure más tiempo, debes repetir la misma operación cada 48-72 horas, hidratar muy bien la piel diariamente y no frotar con fuerza a la hora del baño.