Después de someterse, prácticamente en secreto, a tres pequeños retoques en la cara, Irene Rosales ha vuelto a su clínica de confianza y se ha sometido a un nuevo tratamiento. En esta ocasión, para tonificar su figura. La comentarista de Viva la vida parece haberle cogido el gustillo a esto de la medicina estética y, encantada con los resultados que le dejaron en sus labios, nariz y frente, se ha atrevido con otros métodos para cuidar distintas partes de su cuerpo. Concretamente, la colaborado se sometió durante el día de ayer a una serie de procedimientos dermatológicos no invasivos para levantar, tal y como ella dice, el «pompis» y para reducir notablemente la grasa localizada en el abdomen.
Como ya hizo en su primera intervención, la mujer de Kiko Rivera ha vuelto a visitar la Clínica del doctor Ortiz en Sevilla. Allí, tal y como hizo en su momento, se ha puesto en las manos de los profesionales de su equipo, esta vez, para conseguir estilizar sus glúteos y abdomen. Lo han hecho a través de la aplicación de diferentes técnicas que consiguen reducir la grasa corporal de zonas concretas y al mismo tiempo aumentar la masa muscular. Un procedimiento revolucionario que Irene Rosales ha compartido a través de su cuenta de Instagram.
EmSlim y criolipólisis, los tratamiento con los que Irene Rosales logra un «pompis» perfecto
Aunque aún no hemos podido ver los resultados, no nos cabe la menor duda de que serán notables y más que envidiables; pues la que fuera ganadora de una de las últimas ediciones de Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition ha elegido dos de los tratamientos más específicos y aplaudidos del momento. El primero de ellos, y al que ya se sometió hace unas semanas, es la criolipólisis. Se trata de un procedimiento dermatológico que consigue eliminar la grasa corporal mediante la aplicación de frío. Concretamente, el «pompis» de Irene Rosales estuvo durante 70 minutos a -8 grados.
Por otro lado, la comentarista de televisión e influencer se atrevió a probar el EmSlim; un novedoso tratamiento que, a través de un campo electromagnético, provoca contracciones musculares que ayudan a contornear el cuerpo, a quemar grasa y a crear músculo. Un sistema vanguardista que no requiere anestesia, incisiones ni molestias, tal y como explica Rosales. De hecho, a través de stories, la veíamos sentada y relajada mientras que el dispositivo realizaba el equivalente a más de 20.000 abdominales o sentadillas. «No duele pero es una sensación rara», explicaba a sus más de 500 mil seguidores.