¡Vida nueva, imagen nueva!. Eso hizo Ana Rosa Quintana cuando la vimos de vuelta tras permanecer un año fuera de las pantallas para curarse del cáncer de mama. Atrás quedaba su característica media melena capeada en tono castaño por un pelo muy corto en rubio platino, con el que además de una imagen mucho más moderna y cool estaba especialmente favorecida. Todo fueron piropazos para el nuevo estilo de la periodista que entonces aseguraba:" de la necesidad, virtud". Aludiendo a que su nuevo pelo se debía a las circunstancias de la enfermedad, aunque, a la vez, había conseguido darle un toque muy fashion a su estilo.
Desde el pasado 10 de octubre está al frente de El programa de Ana Rosa con el éxito de siempre y sorprendiendo cada día con sus looks. Ana Rosa es una fan declarada de los zapatos, tiene una gran colección con algunas de las primeras firmas, y de las gafas más llamativas. Y ahora también ha querido jugar con un cambio de imagen, sutil, pero al fin y al cabo un cambio.
El pequeño giro que da Ana Rosa para renovar su imagen
La presentadora nos ha sorprendido con un pequeño giro a su imagen, no demasiado radical, con el que parece que poco a poco quiere volver a su tono castaño de siempre. Así, ha empezado por decir adiós al rubio platino de las primeras semanas en televisión para cambiarse a un castaño tirando a cobrizo mucho menos llamativo, que lleva peinado con raya al lado y un ligero volumen en la parte superior.. ¿El resultado? Sigue estando muy favorecida, aunque con un estilo mucho menos marcado que el anterior.
A lo largo de los años se ha mantenido fiel a su media melena, pero no ha tenido miedo a los cambios, especialmente evidentes cada vez que en septiembre regresaba de sus vacaciones de verano y comenzaba una nueva temporada. La hemos visto con jugando con el corte de la melena, aunque nunca sobrepasando los hombros o subiendo del mentón, y también con flequillo.
No sabemos si su intención es volver a los orígenes, pero lo cierto es que la nueva Ana Rosa con su pelo garçon y su tono más claro nos gusta tanto (o más) que la de antes.