Ácido salicílico, qué es y por qué debe usarlo cualquier piel grasa para combatir el acné

Las pieles grasas lo tenemos claro. No queremos sufrir problemas como el acné, la aparición de manchas o las cicatrices de los granitos, ni mucho menos que nos salgan brillitos indeseados. En la actualidad, hay muchos ingredientes que nos ayudan a combatir esta clase de problemas, comenzando por el ácido salicílico. 

Este ingrediente es muy utilizado a la hora de paliar problemas como el acné, reducir la apariencia de los poros o la sobreproducción de sebo, sobre todo en las pieles grasas. Antes no era muy conocido, pero bien es cierto que se ha vuelto bastante viral y muchas influencers y expertos en belleza no paran de hablar de él. ¿Por qué? 

¿De qué hablamos cuando hablamos del ácido salicílico? 

El ácido salicílico es un componente que pertenece a la familia de los betahidroxiácidos (BHA). Este grupo de ácidos son los que combaten los problemas típicos de las pieles grasas, y el ácido salicílico es de los más concurridos a la hora de tratar estas problemáticas cutáneas. 

El acné, los puntos negros o las cicatrices de los granos pueden tratarse con el ácido salicílico, y son muchos los estudios que se han realizado que certifican este hecho. Asimismo, es capaz de penetrar en profundidad sobre el poro y tiene una acción exfoliante, que lo que hace es eliminar el sebo que se ha sobreproducido en nuestro cutis. 

Otra de las características que debes saber del ácido salicílico es que puede calmar la piel, dato importante a la hora de luchar contra la irritación. Además, da suavidad y es capaz de mejorar la textura ya que también elimina las células muertas. En conclusión, obtienes, con su uso, un cutis más suave, liso y limpio, algo que mucha gente quiere, sobre todo las que tenemos tendencia grasa. 

¿Cómo incorporar el ácido salicílico a mi rutina de cuidado facial? 

Se puede por el día, pero recomendamos aplicar el ácido salicílico por la noche, para que actúe durante las horas de sueño. Es compatible con otros ingredientes como el ácido hialurónico, que posee características similares al de la familia de los betahidroxiácidos y, además, puedes encontrar productos que contengan ambos agentes. 

En cuanto a cuándo aplicarlo en nuestra rutina de belleza diaria, se suele hacerlo después de habernos limpiado el rostro y antes de usar nuestra crema hidratante habitual, si es en formato sérum o loción. Para las que no han comenzado a usar el ácido salicílico, recomendamos hacerlo poco a poco y ver cómo reacciona tu piel. Intenta hacerlo primero dos o tres veces por semana y luego sube la cantidad. 

¿Por dónde empezar a probar el ácido salicílico? 

El ácido salicílico es un ingrediente muy habitual en productos como cremas, sérums o tónicos. Si prefieres comenzar por una crema hidratante, te enseñamos este producto de la marca Olehenriksen, una de las firmas más virales del momento y que ha enganchado a los amantes de la belleza, como nosotros. 

Una de las cosas que caracteriza a esta hidratante matificante es el olor a menta que desprende. Al principio puede parecer que reseca un poco la piel, pero con el paso del tiempo, tu cutis se adaptará a él y dejará una textura más suave e hidratada. La crema es como si fuera una mousse que se funde perfectamente y se extiende con bastante facilidad. 

Como habrás intuido, de los ingredientes principales que lleva es el ácido salicílico, que es lo que regula la sobreproducción de sebo y también reduce la apariencia de los poros. Otro ingrediente que posee en su fórmula es un complejo de fusión verde compuesto por té verde, eucalipto, algas (kelp) y extracto de musgo irlandés, con propiedades antisépticas naturales. Lo tienes disponible en puntos de venta como Sephora a un precio de 42,99€. Sin duda, un producto más que adecuado para descubrir los grandes beneficios del ácido salicílico.