La llegada de la primavera nos sumerge en un universo de renovación y frescura, en el que los días se alargan y la naturaleza despierta con una paleta de colores vibrantes. Bien lo dice el refrán: 'la primavera la sangre altera'. En este cambio estacional, la elección de un perfume se convierte en una nueva forma de expresión de los sentidos que armoniza con la esencia efervescente de la temporada. En este artículo, exploraremos las familias olfativas más adecuadas para celebrar la primavera, cómo adaptar nuestros perfumes a al clima y te traemos una selección de perfumes novedosos que ascenderán hasta el número uno de las listas de deseos de las coleccionistas de fragancias. 

La primavera, con su brisa fresca y sus días templados, nos invita a explorar fragancias que reflejen la vitalidad y la alegría que impregnan el ambiente. Las familias olfativas más idóneas para esta estación son las florales, frutales y acuáticas.

Las fragancias florales capturan la esencia misma de la primavera y evocan la delicadeza de las flores recién florecidas. La rosa,  el jazmín y el lirio son notas que resplandecen en esta categoría, y ofrecen una experiencia olfativa que abraza la feminidad y la frescura. Las fragancias frutales, por otro lado, aportan una chispa de vitalidad con sus acordes jugosos de manzana, pera, y cítricos y brindan una sensación de alegría y energía a las amantes de los aromas más dulces. Por último, las fragancias acuáticas, con sus matices refrescantes y cristalinos, son la elección perfecta para quienes buscan evocar la pureza de las aguas primaverales.

La primavera nos invita a dejar atrás las fragancias más densas y opulentas del invierno, y a abrazar composiciones más ligeras y etéreas. Optar por fragancias con notas más frescas y cítricas es crucial para reflejar la atmósfera primaveral. De lo contrario la estela puede volverse pesada o estomagante para las altas temperaturas. Perfumes que fusionan la luminosidad de las frutas con la suavidad de las flores se erigen como elecciones sabias para esta temporada.

Asimismo, es fundamental considerar las temperaturas que empiezan a ascender. Las fragancias de primavera deben desplegarse con sutileza; la clave reside en elegir perfumes que se desempeñen de manera óptima en climas más cálidos. Fórmulas ligeras y notas efímeras aseguran que la fragancia se desarrolle de manera armoniosa, sin abrumar los sentidos.