Los brazos de Letizia son un ente en sí mismo. Tema recurrente una y otra vez desde que la Reina decidió ponerse a fondo con el deporte y fortalecer su cuerpo. Nunca unos miembros reales dieron tanto de qué hablar. Los suyos están súper tonificados y súper musculados, provocando admiración y estupor a partes iguales. ¿Cómo los consigue?

¡Brazos arriba!

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Su aparición en la reciente Copa de la Reina de Fútbol Femenino, a cuya final entre el Atlético de Madrid y la Real Sociedad asistió en el estado de Los Cármenes de Granada, los devolvió a la actualidad, y además a lo grande. Esta imagen, brazos en alto, ejemplifica que no hablamos por hablar...

Momentos fitness

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Letizia saludaba desde el palco, correspondiendo al público presente. Y con ello nos dejaba varios momentazos fitness: al subir los brazos sus músculos se marcaban con precisión anatómica.

Aficionada al deporte

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Sus bíceps, tríceps y deltoides (en el hombro) son dignos de una experta deportista, que entrena a diario con ejercicios específicos para cada grupo de músculos. Todos sabemos que Letizia es una gran aficionada al yoga, que además sirve para cuidar la mente y lograr el equilibrio físico y mental.

Firmeza máxima

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No siempre fue así...

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Letizia siempre fue una mujer delgada. Pero a la vista está que si comparamos su aspecto actual con el de su época como princesa, las diferencias cantan. Aquella joven (en la foto, en 2006, con su suegra, la Reina Sofía, y su hija Leonor) exhibía una delgadez natural, pero poco saludable o, al menos, sin fortaleza.

Excesiva delgadez

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Por entonces no se dudaba en hablar de la "extrema delgadez" de Letizia, siempre bajo la sospecha de ciertos desórdenes alimenticios. Lo cierto es que con el tiempo y un evidente cambio de costumbres, Letizia comenzó a remontar y cambiar radicalmente su cuerpo. su evolución es todo un ejemplo.

Sus "nuevos" músculos

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En noviembre de 2017, en una cena de gala en el Palacio Real, la ya Reina nos ofrecía este despliegue de musculatura, imposible de pasar inadvertido. Aún en sus posturas más relajadas, los músculos saltan a la vista sin demasiado esfuerzo.

Sin miedo a lucir brazos al aire

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El resultado de su esfuerzo es así de satisfactorio. A sus 46 años, la Reina puede presumir de una firmeza incomparable en los tan temidos brazos, una de las partes del cuerpo que antes acusan el paso del tiempo. Eso hace que para ella no suponga un problema mostrar sus brazos al aire, y por ello suele recurrir a prendas sin mangas o con tirantes.

Brazos y antebrazos duros como rocas

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Fuerte y bronceada

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Si al deporte añadimos el hecho de que últimamente luce una piel algo más morena o bronceada (efecto de las cremas milagrosas o de haber tomado el sol), la Reina parece haber encontrado un punto ideal en el que está muy favorecida.

Una Reina poderosa

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Letizia lo sabe. Su constancia y dedicación tienen como recompensa un físico con el que se siente más a gusto y, sin duda, mucho más poderosa. Estará delgada, pero también fuerte en el más estricto sentido de la palabra. Una vez más tenemos que hablar de sus brazos... y lo que nos queda...