Primer día de agenda de esta semana y comenzamos con los Reyes de visita en Lisboa, adonde han acudido a inaugurar el Botton-Champalimaud Pancreatic Cáncer Centre, el primer centro del mundo dedicado al cáncer de páncreas. En estas ocasiones en las que traspasa fronteras, la Reina Letizia se presenta más que nunca como una embajadora de nuestro país y, por añadidura, de nuestra moda. Por eso cobra más importancia que nunca lo que se pone.
Se puede decir que el atuendo elegido para la jornada es muy 'español', aunque en realidad sea italiano. Y es que Letizia se ha puesto lunares. ¿Qué hay más español que eso? Un estampado tópico, precioso e intemporal. En este caso no sale de ninguna firma de Andalucía (por seguir con los tópicos) sino de Emporio Armani.
Al fin lo ha rescatado del 'olvido'. Lo estrenó el 14 de febrero de 2020 para visitar la aldea de Almonte (Huelva) y ya entonces nos encantó. Su diseño midi fluido es infalible. Confeccionado en una gasa ligera, la falda es levemente plisada, al igual que las mangas abullonadas y fruncidas hacia el final, que hacen el efecto de volante. El estampado es su punto fuerte, compuesto de lunares de distintos tamaños en blanco y negro. Ella lo ha completado ciñéndose un cinturón fino.
Aunque sea de la insigne firma italiana, lo cierto es que su precio era muy atractivo: 380 euros. Una excelente inversión para la Reina, que ha acertado de pleno con él. Aunque el entretiempo es complicadísimo, con el sol brillando hoy en Lisboa, Letizia ha visto la ocasión perfecta para recuperar este modelo. La manga larga, pero ligera, no hacía necesario el uso de chaqueta.
Lo que sí ha llevado esta vez es un bolso. ¡Un bolso! Sí, los tenía olvidados últimamente. Este es el negro con tapa de piel de serpiente y asa con cadena de Nina Ricci. A juego con sus salones de piel de Manolo Blahnik.
Letizia llevaba la melena suelta, con raya al medio y mucho volumen, un poco ondulada. La verdad es que tiene el pelo precioso, con mucho brillo y aspecto saludable. En algún momento nos ha dejado ver sus maravillosos pendientes largos de perlas australianas, los mismos que se puso en el estreno. Son de su propiedad y los ha lucido en los bautizos de sus hijas, además de muchas otras veces. Y de nuevo ha regresado a su mano el anillo dorado de Karen Hallam. Recordemos que se lo quitó para su visita a la isla de La Palma la semana pasada.
Aquí vemos claramente su intención de 'españolear' tirando de una de nuestras señas de identidad estética: los lunares. No podemos negar que iba favorecida, elegante y adecuada. ¿Qué más se puede pedir?