¡Sorpresa! Cuando nadie lo esperaba ni había anuncios de por medio, los Reyes y sus hijas hicieron una de sus 'raras' salidas privadas todos juntos este domingo. Fue una noche en la ópera en el Teatro Real de Madrid, para ver Peter Grimes, coincidiendo con el Día de la Madre y el Día de la Comunidad de Madrid, así que confluían muchas celebraciones. Incluida esta aparición extra de Letizia para nuestros ojos, que además nos deja uno de sus looks más apetecibles en la categoría de extraoficiales y nos ofrece otro punto de vista sobre cómo realmente se viste para sus planes fuera de la agenda.
Lo que vimos: Letizia con pantalones negros de tipo culotte, ni ajustados ni anchos; un chaquetón de piel negro con cinturón; y un top rosa de punto de seda. Estas dos últimas piezas no se las habíamos fichado antes en público. Nos gustaría ver ese top sin chaqueta, porque tiene una pinta estupenda. ¿Lleva mangas? ¿O no? El escote a pico cruzado y drapeado se ciñe a la figura con sutileza y ese color es romántico, perfecto y de súper tendencia. Puede tener un buen encaje en otros estilismos por su corte y textura. Informal combinado así, o más deluxe. De lujo era el bolso, el modelo de piel y tachuelas de Paco Rabanne que saca en contadas ocasiones.
EL ROSTRO MÁS NATURAL DE LETIZIA
Por otro lado, y a pesar de ser un evento de tarde noche, la Reina prefirió ir cómoda, en su versión más natural. Con bailarinas de lazo, las de Hugo Boss que ya se puso en su primer acto dentro de los últimos Premios Princesa de Asturias. Y hablando de naturalidad, el pelo y el maquillaje...
Se nota que la Reina Letizia prescindió de los servicios profesionales de su peluquera de cabecera. La melena suelta, con raya al lado, parecía recién lavada y secada al aire. No iba trabajada ni planchada, lo cual no le desmerecía, pues se aprecia claramente que Letizia pone mucho cuidado en su cabello. Productos naturales de lavado, nada de tintes ni mechas desde hace tiempo... De hecho, ya es famoso su mechón de canas, que no se esfuerza en ocultar ni matizar.
Aunque solo podíamos verle los ojos por encima de la mascarilla, también se observaba una clara frescura en el maquillaje. Tan solo las cejas y los ojos marcados con un poco de rímel y delineador en el párpado superior. Todo muy suave. Podría habérselo hecho ella misma, y casi apostamos a que seguro que sí. Además de que luce un tono de piel bronceado bastante envidiable. Letizia se permite no ir 'perfecta' en todas las ocasiones. Al contrario de lo que pudiera parecer, el resultado es rejuvenecedor. La Reina se presentó como hacía mucho tiempo que no la veíamos: sencilla, fresca, con un punto arreglado, pero informal. ¡Y nos gusta!