Los Reyes de España realizan un viaje de Estado a Países Bajos los días 17 y 18 de abril. Una cita importantísima por todo lo que significa para estrechar lazos entre ambas naciones, pero también, por el encuentro entre dos de las soberanas más carismáticas del mundo: la Reina Letizia y Máxima de Holanda. Amigas y rivales a partes iguales. Todos los ojos estarán puestos sobre ellas: qué hacen, qué se dicen y, por supuesto, qué llevan puesto. El duelo en la cumbre está servido.
Las expectativas se sitúan en todo lo alto ante la que se avecina. Si nos ceñimos a su estilo, ya sabemos que Letizia y Máxima son polos opuestos. Aunque a veces, sorprendentemente, también complementarios. Intuimos que cada una tratará de quedar lo mejor posible, de llevarse el ascua a su sardina...
Quizás no deberíamos plantear su encuentro como una guerra, pero este es el juego: las dos nos encantan y tienen armas suficientes para brillar. Y si esta 'batalla' se libra es para ser ganada...
Los cara a cara entre la Reina Letizia y Máxima de Holanda
Cuando Letizia y Máxima han compartido espacio y tiempo nos han dejado muchas pistas. ¿Cómo eran cuando ejercían de princesas recién llegadas? ¿Y qué ocurre ahora que se han asentado en el trono? Estos cara a cara son lo más interesante para observar su evolución 'fashion'.
Máxima Zorreguieta contrajo matrimonio el 2 de febrero de 2002 vestida con un elegante diseño del genio italiano Valentino. Letizia Ortiz lo hizo el 22 de mayo de 2004 con un clásico modelo del español Pertegaz. Una firma internacional frente a un modisto patrio. Así, para empezar, ya estábamos ante una declaración de intenciones.
Y es que mientras Máxima seguía su camino como princesa por la senda de las grandes marcas de lujo, la española apenas salía de Felipe Varela como su modisto de cabecera.
Máxima fue proclamada reina consorte el 30 de abril de 2013 y Letizia lo mismo el 19 de junio de 2014. En una visita de los flamantes monarcas holandeses a Madrid, en septiembre de 2013, vimos a Letizia saludar con una reverencia a la argentina.
La todavía princesa española la recibió con vestido blanco de silueta ajustada de Felipe Varela, muy de su gusto de aquella época. Pero miremos a Máxima: con un diseño también de línea lápiz en azul cielo, de largo a la rodilla, escote redondo y con manga tres cuartos. Y salones de tacón alto. Las dos también eran rubias. Casi gemelas.
Poco duraría esa deferencia. En poco más de un año, ambas ascenderían a lo más alto del Olimpo 'royal' y a ser iguales ante el protocolo. A partir de ahí cada una comenzó a desarrollar un estilo más definido, más propio y en direcciones opuestas. Analicemos las pruebas.
El minimalismo de Letizia frente al barroquismo de Máxima
A la Reina Letizia siempre la hemos visto como más minimalista frente al barroquismo de Máxima de Holanda. Amante de los patrones sencillos, las líneas claras y pocas florituras en general. Su mayor atrevimiento es vestirse de su rojo fetiche.
Pero a decir verdad eso sería tener las miras muy cortas. Porque no siempre ha sido así. Hasta hace no mucho tiempo, la Reina Letizia nos dejaba atónitos regalándonos auténticos looks bomba: su vestido azul con escote redondo en la espalda, su falda plisada de cuadros vichy con un gran agujero recortado a un lado, el vestido fucsia con amplio 'cut out' mostrando abdominales... Estos son solo algunos ejemplos.
¿Qué ha sido de esa Letizia atrevida y vanguardista? La respuesta se encuentra en la llegada y consolidación de su estilista personal, Eva Fernández, en 2015. En cierto modo esta ha puesto freno a todas estas salidas menos convencionales, poniendo coherencia y sobriedad en su vestidor. Lo cual no nos quita alguna sorpresa especial de vez en cuando para mantener la chispa.
La reina Máxima, una oda a la exuberancia
Frente a ella, Máxima de Holanda se ha elevado ante nuestros ojos como una maestra del "más es más". Lo del minimalismo no va con ella. Ella ejerce el "maximalismo". Su gran mérito es que le hemos comprado el concepto con todo nuestro corazón.
Máxima es única en convencernos de que sus tocados floridos, sus casquetes, turbantes y sus pamelas XL se pueden conjuntar con collares, accesorios llamativos y prendas con estampados de todo tipo, sin parecer una feria. Máxima domina este territorio muy por encima de la media de sus colegas consortes. Máxima hasta se ha vestido de flamenca en Sevilla. ¿Qué más podemos pedir?
No hay color ni print vetado en sus perchas. 'Nudes', ácidos, suaves o potentes, cuadros, rayas, geometrías, leopardo... Máxima puede con todo. La clave está en que lo defiende con una enorme sonrisa, cercanía y mucha actitud.
En su armario conviven Valentino, Dior y Oscar de la Renta, entre otros. Y Natan, que es la firma belga que se puede considerar entre sus favoritas. También lo es de la reina Matilde de Bélgica.
Máxima también ha abierto el abanico hacia la moda de su país de adopción, con Claes Iversen a la cabeza. Y precisamente uno de sus últimos golpes de efecto lo tuvo gracias a la diseñadora neerlandesa Iris van Herpen. Con uno de sus oníricos diseños conquistó París el pasado noviembre. Grandiosa. A Letizia nunca la hemos visto en esta tesitura tan espectacular.
Si acaso encontramos una similitud en el vestido con estampado de flores de Matilde Cano que la Reina Letizia se puso para asistir a la entronización de Naruhito de Japón, en octubre de 2019. Un look 'a lo Máxima' con el que además no tuvo sus mejores críticas. En su caso, Letizia gana a base de sencillez y estilo depurado.
Eso no quita para que en los archivos reposen algunas coincidencias de lo más curiosas entre Letizia y Máxima, incluyendo un vestido burdeos de Massimo Dutti (porque sí, Máxima también viste de la española Inditex con Zara a la cabeza).
En los últimos años la Reina Letizia ha ganado un impresionante prestigio en el panorama internacional. Hasta el punto de considerarla entre las 'royals' más elegantes del mundo. Y encima lo ha logrado apostando más que nunca por firmas españolas, desde las más asentadas hasta las marcas pequeñas y jóvenes a las que da un tremendo impulso.
Su traje rosa de aire vintage de Carolina Herrera para la Coronación de Carlos III en Londres causó furor y su sofisticado tocado 'lámpara' con redecilla la aupó a los altares. Mucho nos tenemos que equivocar para pensar que Letizia no meterá alguna pieza de esta diseñadora.
La cena de gala con tiara, el momento más esperado de Letizia y Máxima
Pero volviendo a lo que nos ocupa: el Viaje de Estado de los Reyes de España a Países Bajos. Dentro del programa oficial ya se ha anunciado el consabido banquete de gala, con el que culminarán la primera jornada de la visita.
Se celebrará en el Palacio Real de Ámsterdam y ahí la etiqueta está clara: vestidos largos y tiara para las reinas. A la cita también se sumará la princesa heredera Amalia. Tocada con otra tiara, por descontado.
En ese sentido, la Reina Letizia está un poco en desventaja, pues no goza de la abundante colección de tiaras y grandes joyas que sí tiene la Corona holandesa. No en vano, los Países Bajos son líderes en la producción mundial de diamantes. La Casa Real española cuenta 'solo' con siete tiaras en sus arcas.
Es previsible que la consorte española se decante por nuestra pieza de mayor nivel, la llamada Tiara de Lis, una preciosa tiara de estilo art déco que ya lució en el anterior viaje oficial a Dinamarca, en noviembre de 2023.
Incluso puede que añada alguna joya prestada por la Reina Sofía, como ha hecho en otras ocasiones, poniendo un toque extra sentimental. Pero para eso solo habrá que esperar un poco.
Lo cierto es que será difícil competir con Máxima de Holanda en este terreno, quien tiene a su disposición una asombrosa cantidad de rubíes, zafiros, esmeraldas y perlas.
La Reina Letizia, convertida en icono internacional
A cambio, cada una de las soberanas tendrá que jugar a la baza de la atención mediática. Ya sea por elegancia o por extravagancia, o por ambas cosas a la vez. Letizia tiene una figura estilizada con la que se puede permitir cualquier cosa. Máxima presume de porte y presencia, y eso que estos días ha llamado la atención por aparecer visiblemente más delgada. ¿Ha estado haciendo una puesta a punto?
La Reina Letizia y Máxima de Holanda se conocen desde hace veinte años y sus lazos se han ido estrechando a lo largo del tiempo. El Rey Felipe y su homónimo, el rey Guillermo, se conocen desde niños y su cariño se hace patente en cada encuentro. Además ahora tenemos a la heredera Amalia como la más apasionada fan de Madrid y España en general, ya que nos visita con frecuencia.
No hay duda de que este viaje a Países Bajos promete mucho y va más allá del simple protocolo. Letizia y Máxima, hablando las dos en español, madres de hijas ya adolescentes y más cómplices que nunca, compartirán un par de días muy intensos. Su apretada agenda de compromisos requerirá de flexibilidad en sus respectivas maletas. Contamos ya las horas para verlas juntas y enseñároslo todo.
Para terminar miremos la foto de arriba. Madrid, 2008. Entonces Letizia y Máxima eran dos jóvenes princesas sin sangre azul, que habían aterrizado provenientes de sus diferentes campos profesionales, el periodismo y las finanzas, dispuestas a desenvolverse en un mundo desconocido. Las dos con pantalones. Una nueva era se abría ante ellas para cambiar el mundo de la realeza a su manera y a su estilo. Ahora las dos confluyen en un punto con muchas lecciones aprendidas.