La Reina Letizia empieza la semana fuera de España. Un viaje relámpago de un día que la ha llevado a Senegal con un motivo cultural: la inauguración de un nuevo centro del Instituto Cervantes en Dakar. Como el acto oficial se lleva a cabo esta mañana de lunes, la Reina prefirió llegar un día antes, justo anoche. A pie de escalerilla fue recibida por la primera dama, Marie Faye Sall.
Para su aterrizaje en el país africano, Doña Letizia eligió un estilismo confortable, pero elegante. Y lo mejor para eso era un traje de chaqueta y pantalón en color azul marino. Uno de sus básicos de Hugo Boss. Formal, sin pasarse, y un todoterreno de estilo.
Por debajo lucía un top de cuello a pico en blanco. Y a los pies, unos salones en el mismo tono azul marino del traje de Magrit.
Entre la melena suelta con raya al medio brillaban sus pendientes de daga de Gold&Roses. En su mano, invariablemente, su anillo dorado ovalado de Karen Hallam. Sencillez ante todo. Pocos detalles, pero suficientes.
En definitiva, un look funcional al que, sin duda, nadie podrá poner pegas. Con esto nos referimos a su polémica llegada a Paraguay, hace poco más de un mes, cuando inició un viaje de cooperación que acabó siendo noticia por un desafortunado incidente.
Y es que cuando bajó del avión con su estilo 'de campaña' (pantalón, botas y chaleco rojo de cooperante), una diputada paraguaya llegó a criticarla por no lucir mejores galas, incluso calificando su atuendo como de "falta de respeto" y aludiendo al supuesto poco interés de la invitada con sus anfitriones por no lucir "alguno de sus vestiditos del closet".
Pero nada más lejos de la realidad. No hay que confundir los términos. Y sobre todo lo adecuado para cada ocasión.
Este último modelo no es nada espectacular, pero sirve a sus propósitos para un largo vuelo. A pie de escalerilla, la Reina Letizia ha dado una imagen sobria y profesional, que es lo que vale. El viaje solo durará este día, así que posiblemente esta misma noche ya duerma en el palacio de La Zarzuela.