La Reina Letizia tuvo libre el día de ayer, coincidiendo con el 55 cumpleaños del Rey Felipe. Pero hoy ha vuelto a la carga, y además fuera de Madrid. Ha viajado hasta Petrer (Alicante) para asistir al II Encuentro de la Red de Centros de Atención Directa y Servicios Especializados de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER). Hacía sol y frío, una combinación para la que Letizia se ha preparado para no sufrir: bien abrigada y con botas altas para proteger las piernas. Sobre todo porque a ella no le gusta llevar medias ni calcetines. Y encima son nuevas, ¡o casi!

La Reina Letizia, con botas calcetín y el mismo vestido un año después
Robert Smith.

Hablamos de unas botas negras de tipo calcetín, es decir, realizadas con un tejido más o menos elástico para ajustarse a la pierna. Las vimos casi de refilón cuando se las puso en el entierro de Constantino de Grecia en Tatoi. A decir verdad, estas son bastante parecidas a otros modelos que ya tiene. No son las que estrenó recientemente, de Unisa, pues el tacón de aquellas es trapecio y este es recto. Tampoco son otras de tacón más fino que ha lucido en más ocasiones, ni por supuesto las mosqueteras. En todo caso, estas recién llegadas son cómodas y calentitas. ¡Perfecto!

Este abrigo, de vuelo, con solapa de tipo bata, es de Carolina Herrera y también se lo vimos la semana pasada. Da la sensación de confortable y al ser ancho facilita mucho el movimiento. Por debajo, la Reina Letizia llevaba un vestido que solo se había puesto antes una vez. Y justamente hace un año. Lo estrenó el 31 de enero de 2022 a su llegada a Viena para su viaje oficial a Austria junto a Don Felipe.

La Reina Letizia, con botas calcetín y el mismo vestido un año después
Robert Smith.

Es un diseño midi de estampado de cuadros pata de gallo, con cuello redondo, cuerpo ajustado y falda de vuelo. Es de Pedro del Hierro, una de sus firmas españolas favoritas. Aunque entonces lo elevó con grandes pendientes de perlas y salones clásicos, esta vez no hacía falta tanto y lo ha dejado un poco más casual. Aunque hemos de destacar que sus pendientes para esta cita, largos de filigrana cordobesa (con 18 años a sus espaldas), son de oro blanco y diamantes.

Hablando de calorcito, lo que sí ha disfrutado la Reina Letizia es de un recibimiento de lo más cariñoso. Ha saludado a las numerosas personas que la esperaban fuera. Por supuesto, se ha dejado el bolso o la cartera para otro momento, porque aquí se trataba de tocar, mucho contacto físico para apoyar una de las causas en las que la Reina pone más ahínco...

Mañana Doña Letizia trabajará ya en el palacio de La Zarzuela, donde presidirá un par de audiencias junto al Rey Felipe.