La Reina Letizia ha empezado la acción durante su viaje de cooperación a Paraguay y, por lo que vemos, sigue la misma tónica de su llegada al país anoche mismo. Es decir, que no se va a complicar la vida y apuesta a fondo por un 'uniforme' de cooperante. Ventajas: facilita mucho las cosas, simplifica la maleta y no ofrece mucho margen de error. Desventajas: nos aburrimos...
Pero con esto ya contábamos. Insistimos: la Reina ha ido a trabajar amparada por un telón solidario muy serio y con el que no se permite licencias para 'fashionismos'. Al menos, de momento.
A primera vista puede parecer que os estamos poniendo a la misma Letizia del momento de la bienvenida. Pero NO. Aunque sí podría ser su 'hermana gemela'. Y es que la Reina ha optado por la misma fórmula para este nuevo look: una camisa, unos pantalones y botas. En este caso, la blusa blanca es de Massimo Dutti (ya se la llevó a su anterior viaje de cooperación a Honduras, en diciembre de 2020) y el pitillo ajustado es verde caqui.
Esta mañana (mediodía en España), Letizia se ha reunido con los miembros de la Oficina Técnica de Cooperación en Asunción. Tras esto se ha desplazado al sur hasta la ciudad de Encarnación, donde ha visitado el Centro de Atención Integral de salud a la Mujer y una Escuela Taller. Por lo ajustado del horario, ha mantenido este mismo estilismo para todas estas citas.
Más tarde, la Reina ha recorrido dos antiguas misiones de la época colonial, la Misión jesuítica de Trinidad del Paraná y la Misión de Jesús de Tavarengue, ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad, acompañada por la primera dama, Silvana López. Tampoco se ha cambiado para esta segunda parte del día. Su anfitriona lucía otro estilismo informal, con camiseta y pantalón blanco, y un chaleco caqui. A última hora, para finalizar la jornada y de regreso a Asunción, a la Reina le esperaba una reunión con los cooperantes españoles que trabajan en el país.
Tampoco cambia su coleta alta, que promete convertirse en su peinado comodín. A práctico no le gana ningún otro.
Y ahí continúan también sus pequeños pendientes de brillantes y el anillo de Karen Hallam con los que aterrizó en Paraguay.
Las botas de hoy son de Panama Jack, más fuertes que las que llevaba ayer y que también sacó en su viaje de Honduras.
En resumen, la Reina Letizia no ha innovado nada con su look, limitándose a cambiar unas piezas por otras, sin variar el concepto. Riesgo cero.
El chaleco rojo de la AECID (Agencia Española para la Cooperación Internacional y el Desarrollo) se alza con orgullo y protagonismo como seña de identidad en la figura de la Reina Letizia. Dentro de sus posibilidades, seguro que no lo abandona durante todo este viaje. Un gesto comprensible y loable, pese a que nos cierre territorios más banales...