Nos reencontramos con la Reina Letizia con solo unas horas de diferencia. De la gala periodística de anoche a la entrega de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes de esta mañana. Los Reyes juntos de nuevo para un acto de gran calado cultural, y para el que la consorte ha vuelto a lucir un modelo conocido, lo que ya, de entrada, nos ha provocado una pequeña decepción.
Y es que Letizia ha reciclado. También lo hizo anoche, con su vestido esmoquin blanco de Lola Li, y no deberíamos subrayarlo con pena. Pero es que el modelo de hoy no tiene la altura de aquel. Hablamos de un vestido azul midi de corte lápiz de Hugo Boss, con cuello redondo, sin mangas, con cinturón, bolsillos laterales y abertura delantera. Un diseño que estrenó en marzo de 2019 para su llegada a un viaje oficial a Argentina. Y que volvió a recuperar tres meses después en España. Esta es la tercera vez que se lo pone, de manera que ni sorpresa ni nada.
El hecho de que sea un vestido 'de paso', estupendo para algún compromiso de tono medio, acentúa esa sensación de desencanto que nos produce. Porque pensamos que esta gala quizás merecía un poquito más de esfuerzo. De nuevo tenemos que hablar de cansancio. Anoche lo dio todo en la cena de los premios ABC y esta mañana lo ha pagado.
El pelo lo mantiene igual, suelto y con raya al medio, pero ya sin el mismo brío. Los zapatos son los salones de Prada, customizados con leve plataforma, en color nude, para no 'molestar'. Y aunque ha intentado subir el tono con sus pendientes de piedra verde azulada de Coolook, lo cierto es que todo parece más apagado; no hay nada a lo que agarrarse, nada que nos llame especialmente la atención. Aburrido. En definitiva, un estilo de perfil demasiado bajo para una ceremonia de premios de altura. Una pena...