La Reina Letizia ha vuelto... Una reaparición que se ha producido tras ocho días de ausencia después de su último compromiso oficial y casi al término de sus vacaciones de Semana Santa. La Familia Real al completo, con unas radiantes Leonor y Sofía de nuevo ante nuestros ojos, se dejaba ver en Chinchón, en una salida privada en la que disfrutaron de la representación viviente de la Pasión, en un ambiente distendido, entre gestos de complicidad y con unos looks muy significativos. Y es que hubo un verdadero intercambio de prendas entre madre e hijas. Pero también hay otro detalle que nos ha llamado especialmente la atención y es el maquillaje de la Reina. Solo podemos decir una cosa: ¡Atención a su iluminador!
Letizia escogió un estilismo relajado y sin complicaciones. El foco lo acaparaba su blusa étnica blanca con bordados en negro de Sfera, que pertenece a su hija, la Princesa Leonor. O al menos fue esta quien la estrenó en público, en julio de 2022. Por otro lado, la heredera lucía un chaleco largo gris de Roberto Verino sacado del armario de mamá...
El resto del look de la Reina continuaba en negro con chaqueta y pantalones pitillo básicos. A sus pies, unas bailarinas con lazada de Hugo Boss, lo que nos dejaba la evidencia de que sus hijas ya son considerablemente más altas que ella. Pero Letizia, como bien sabemos, necesita comodidad en sus doloridos pies (padece neuroma de Morton) y para esta visita el calzado plano era ideal.
Además llevaba colgado un bolso negro en bandolera. Hay que ser práctica. Y como adornos, unos pendientes con pequeños brillantes y su inseparable anillo de Coreterno. La Reina Letizia claramente estaba de perfil bajo, no queriendo acaparar demasiado protagonismo, al menos en este sentido. También la Semana Santa invita a cierta contención y por ahí no falló.
Como decimos, capítulo aparte merece su maquillaje. Aparte de notar el tono más bronceado de su piel (¿ha habido escapada a la playa estos días?), la Reina Letizia apostó por resaltar sus facciones con un toque extra de iluminador. Este recurso se ha convertido en un imprescindible para rematar el rostro, ya que aporta luz en los puntos estratégicos del rostro, que de esta manera queda más perfilado, destacando la estructura de los huesos. En esta ocasión, la consorte tiró a fondo con él y brilló como nunca.
Su maquillaje iba en tonos tierra, en la gama de los cobres en los ojos a través de la sombra y el delineador y brillo con color en los labios. Este se ha convertido en su estilo favorito en los últimos tiempos. El punto maestro eran estos toques de 'highlighter' bajo el arco de las cejas, en la punta de la nariz y, por supuesto, en los pómulos. El suyo era de base dorada (perfecta para el moreno) y con bastante 'glitter', es decir, con partículas de brillo. Hemos de reconocer que esta característica no es apta para todos los gustos, pero se ve que a la Reina Letizia le encanta brillar en la noche. ¡Y lo consiguió! Su look no era nada especial, pero no podemos negar que su rostro resplandecía.