El día soleado acompaña en Madrid para celebrar la Fiesta Nacional más atípica de la historia. Una versión mucho más modesta de la habitual, en un único escenario (la plaza de la Armería, frente al Palacio Real), pero con la Familia Real al frente como siempre. Este día suele estar marcado en rojo en el calendario de estilo de la Reina Letizia por tratarse de una fiesta importante, con hondo significado, para la que suele preparar un 'plato' de Felipe Varela. Ha sido así desde sus tiempos como Princesa de Asturias y nunca se han fallado mutuamente. Esta edición de la Fiesta Nacional el modisto ha vuelto a escena después de una prolongada ausencia... ¡pero no exactamente como deseábamos!

El año pasado la Reina acudía a esta cita con un vestido rosa con cuello bebé y bordado de mariposas de Varela. Esta vez el modisto ha aparecido, sí, pero en modo "virtual", o sea, repetido. Letizia nunca había tirado de reciclajes para este evento, lo suyo era estrenar, pero quizás siguiendo la tónica de sencillez y austeridad que viene siendo habitual en los últimos meses, hoy también nos hemos quedado con las ganas. Ya hemos reseñado por aquí que lleva muchas semanas sin gastar un euro en ropa. Y seguimos...

La Reina Letizia ha repetido un look en rojo, eso sí. Al menos su color fetiche. Un vestido de terciopelo de línea lápiz con cuello bebé y abrigo a juego que estrenó en la ceremonia de bienvenida en su viaje oficial a Japón, en la primavera de 2017 (que se puso de nuevo el 30 de enero de 2018 para la entrega del Toisón de Oro a la Princesa Leonor). Muy bonito y elegante, sí, pero oooohhhh... El resto del look también ha sido en rojo: cartera sobre de ante de Magrit y unos salones degradados de Lodi. Por lo demás, la melena suelta sin ninguna novedad y los pendientes de rubíes de Aldao Joyeros, que tiene desde hace muchos años, como única joya destacable.

Es cierto que el antes conocido como "modisto de cabecera" de Doña Letizia ya no lo es tanto en términos de cantidad (hace unos años prácticamente solo vestía sus creaciones), pero ahora todo ha cambiado y la Reina (vía su estilista personal) ha abierto mucho más sus horizontes para introducir muchas nuevas firmas en su vestidor. Esto le ha hecho ganar muchos puntos de estilo donde antes se quedaba corta. Carolina Herrera, sobre todo, ha subido enteros en sus preferencias para todo tipo de eventos. En definitiva, este ha sido un año muy diferente para la Reina que con el gesto de repetir, aún no lo sabemos, quizás marque un antes y un después.