¡La Reina Letizia ha vuelto! Después de unas navidades completamente fuera del foco (junto al Rey Felipe y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía), sin salidas públicas de ninguna clase, hoy empezamos el Año Nuevo real ¡y con muchas ganas!
Día 6 de enero y, como marca la tradición, los Reyes reaparecen para celebrar la Pascua Militar en el Palacio Real de Madrid. Un acto de relevancia para un nuevo comienzo que coincide con la festividad de los Reyes Magos.
Siempre depositamos muchas esperanzas en este primer look del año de la Reina Letizia. Digamos que, en cierto modo, sienta las bases para los estilismos venideros. Si estrena, si innova, si se atreve, si se pone más conservadora, si acierta o no... Lo que está claro es que hay una norma de etiqueta que nunca se salta: siempre tiene que ir de largo.
Y así ha sido. Lo que nos ha preparado para esta mañana fría y soleada en la capital (ayer llovió, así que este ya es el primer regalo de la jornada), continúa con los cánones habituales, pero con un pequeño giro. Letizia ha estrenado un vestido de vuelo de manga larga en color azul petróleo (uno de sus nuevos favoritos en los últimos años) y lo ha completado con una chaqueta de piel, que ya le vimos en su viaje a Suecia el pasado noviembre. Esta vez la llevaba sobre los hombros.
Más allá del vestido (precioso, moderno, con escote a pico, botonadura frontal y voluminoso cinturón de lazada), el otro detalle que nos ha llamado mucho la atención son sus zapatos. O mejor dicho, zapatones. Letizia ha recuperado el gusto por las plataformas de altura y los taconazos que parecían desterrados allá por los 2010. A juego en azul, cómo no.
En algún momento le parecía difícil caminar por el suelo empedrado de la Plaza de la Armería por la rigidez del calzado, pero afortunadamente no ha habido incidentes. Suponemos que el largo del vestido ha hecho que la Reina tuviera que elevarse más de lo necesario.
Hablando de incidentes, el momento anecdótico ha llegado cuando a punto de sonar el Himno Nacional a la Reina se le ha caído algo al suelo, ¡su broche de perla de La Peregrina! Una de las piezas más importantes del lote "de pasar", legadas a sus sucesoras por la Reina Victoria Eugenia.
El Rey se ha dado cuenta y, muy caballerosamente, se ha agachado a recogerlo y se lo ha entregado en mano. Ella lo ha guardado discretamente hasta poder colocárselo fuera de cámaras y una vez dentro del palacio lo ha lucido en su pecho.
Letizia se ha puesto los pendientes de aguamarinas de Bvlgari, regalo de la casa cuando nació Leonor, pero sin el colgante largo. Por otro lado, se observaba otro agujero en su oreja con un discreto pendiente. ¿Es nuevo? Además no le faltaba su anillo dorado de Karen Hallam. Tiene pinta de que este 2022 todavía va a permanecer en su mano...
Como peinado, un moño bajo con raya al medio, pero semidesestructurado, con pelitos sueltos, para restarle formalidad y que a ella le favorece mucho.
Tras el acto solemne en la Plaza de la Armería, los Reyes han entrado al Salón del Trono del Palacio, donde han procedido al besamanos, que este año se ha llevado a cabo de nuevo con importantes restricciones por la pandemia.
Letizia se ha quitado la chaqueta y nos ha mostrado su vestido en esplendor. El tejido hace un dibujo de aguas, el cuello sube ligeramente en la parte de atrás del cuello y el tableado en la parte posterior de la falda crea volumen dando la sensación de un polisón.
Lo dicho, un modelo perfecto para iniciar el año, regio y elegante, pero también con aires nuevos muy apetecibles y alejados de aquellos clásicos de Felipe Varela.
Por su parte, este es el primer y último compromiso de la semana para la Reina Letizia, quien suponemos que continúa unos días más de vacaciones. ¡Nos deja con sobresaliente y pisando muy fuerte! Con esos zapatos, ya puede...