Aruser@s, el ‘hu-morning’ de La Sexta que comandan Alfonso Arús y Angie Cárdenas, reina en las mañanas como líder absoluto tras haber escalado puntos de audiencia mes a mes y sin un paso atrás durante cinco temporadas. Tatiana Arús (33), la segunda de cuatro hermanos y encargada de la información sobre celebridades en el programa, tiene su buena parte de mérito en este fenómeno televisivo. Siempre luminosa y positiva, ni levantarse cada día antes de las 3 de la madrugada consigue borrar su dulce sonrisa. Una sonrisa que saca a relucir también al hablar de su padre...
¿Cómo se fabrica un programa que comienza a las 7 de la mañana?
Me levanto completamente de noche. Me voy a dormir sobre las 21:30 o 22 h y ocurre que, a esas horas, hay muchos eventos, alfombras rojas, movimiento en Instagram... Como me dedico al universo influencers, corazón y redes sociales, trabajo un par de horas la tarde anterior y me despierto a las 2:45 h para actualizar datos, una hora y algo antes de lo imprescindible para llegar a redacción. A primera hora me ocupo también de lo que haya sucedido en EE.UU. Este esfuerzo supone el privilegio de dar las noticias los primeros. Hay mañanas en que he entrado en plató a las 6:58 por estar actualizando hasta el último instante. Y sigo haciéndolo en directo.
"Alfonso Arús es capaz de sacar lo mejor de cada colaborador"
¿En qué crees que radica el éxito de Aruser@s?
Somos un equipo reducido pero que lleva muchos años trabajando juntos. Un engranaje casi perfecto que otros programas intentan imitar pero sin obtener el mismo resultado, porque se basan íntegramente en un guion. Y la pieza fundamental es nuestro capitán: Alfonso creó este proyecto desde cero, a su medida, y posee una agilidad mental insólita, capaz de sacar lo mejor de cada colaborador. Aunque otros programas han tratado de copiarlo, desde la disposición de los colaboradores, los bailes o nuestro ritmo vertiginoso, se les olvida que carecen del director y presentador de Aruser@s. Y eso no se puede comprar.
¿Qué has aprendido de Angie Cárdenas, subdirectora del programa?
Su capacidad organizativa en primer lugar. Me fascina su seguridad a la hora de decidir; sabe cómo filtrar con criterio si un tema entra o se declina, quién lo va a dar, cómo enfocarlo, etc. Gran parte del programa pasa por ella. Es una labor más sorda, en el sentido de que el espectador quizá no lo nota, pero imprescindible. Está en conexión con redacción y realización continuamente sin perder el hilo del programa desde plató. Entre los dos se complementan al cien por cien.
Atractiva, con excelente dicción y mente ágil. Esto es lo que el espectador ve de ti. ¿Te atreverías a confesar algún defecto?
Por supuesto. Soy insegura porque soy muy exigente conmigo misma, intento superarme cada día y si algo me cuesta, me lo trabajo el doble. No leo en pantalla sino que expongo todo de memoria; una complicidad que tengo muy bonita con Angie es que sabe cuándo me he dejado algo en el tintero o podría haberlo dicho de otro modo y al momento tengo un mensaje suyo o una mirada de com-prensión que me reconforta.
¿Qué hiciste antes de debutar en pantalla?
Empecé a hacer canto con 12 años. Era una de mis grandes pasiones, como la danza, que empecé con 4 o 5 años. Es im-posible no verme cantar por los pasillos (risas). Me licencié en Comedia Musical, hice los cuatro años y el posgrado lo compaginé con Arte Dramático en la escuela Nancy Tuñón, una época de locura porque simultaneé las dos carreras. Después cursé Pedagogía de la Danza y a continuación, doblaje y dicción. Durante mis estudios me cogieron en un casting para un espacio desenfadado de 25 TV y Canal Boom en Madrid que me ayudó a tomar seguridad, de ahí pasé a un programa de radio local y más adelante a otro en la televisión de San Cugat (Barcelona).
"Me encanta que me hagan reír porque es el motor de la vida", dice Tatiana Arús
Cuidas mucho tu forma física. ¿Alguna rutina irrenunciable?
Mi horario de comidas. "¿Pero cómo puedes comer a las 2:45?", me preguntan a veces. Yo sé que mi cuerpo lo necesita para arrancar con energía y es indispensable para poder entrenar bien cuando acumulas horas de sueño. Más o menos cada dos horas estoy comiendo, me llevo mis tuppers a todas partes. Eso sí, a partir del viernes, abro la veda y me permito comer de todo y sin remordimientos.
En una entrevista reciente en SEMANA, Alfonso te definió como artista, luminosa y pasional. ¿Acertó?
Pues la verdad es que sí. Artista, evidentemente, porque siempre me ha gustado el mundo artístico y luminosa, supongo que por la energía que intento proyectar: soy positiva, me motivo por la ilusión y es muy difícil que alguien logre apagarme. Y pasional, muchísimo, me mueve siempre el corazón.
Dibújame al hombre ideal para una mujer tan intensa.
Hay una frase de la poetisa Sara Bueno con la que me identifico: "No sé querer solo un poco. Ni despacio, ni a medias". Es muy importante alguien que disfrute de cada día con ilusión y sin miedo a improvisar. Que vea el vaso medio lleno, que no sea conformista y luche por lo que cree. Me encanta que me hagan reír porque creo que es el motor de la vida y no me gustan las personas orgullosas; yo puedo ser muy cabezota, pero no me cuesta reconocer mis errores.
¿Cómo se concilia ser madre con un programa diario que te obliga a levantarte antes de que cante el gallo?
Tengo rutinas muy marcadas, así que mientras mi hijo está en el colegio puedo entrenar, hacer compras y recados. Mi familia vive muy cerca y aunque nuestro proyecto de vida no resultó, guardo una magnífica relación con el padre de mi hijo, así que si necesito ayuda, dispongo de mis padres, hermanos, abuelos y el padre de Axel.
Me consta que tenéis una enorme complicidad.
Axel es un niño muy especial; desde muy pequeño siempre se ha preocupado muchísimo por mí. Su profesora me dijo que es muy observador, empático y sensible. Mediador. Me enorgullece ver el gran hombrecito en que se está convirtiendo: me pregunta cómo estoy, me dice lo mucho que me quiere, me ofrece ayuda para recoger la la-vadora, poner la mesa... Me dice: "Mamá, tú y yo somos un equipo". Es el hombre de mi vida.
Texto: Andrés Guerra. Fotos: Natalia Buzón. Peluquería y Makeup: Ángel Villén y María Miralles.
Estilismo: Dani Davilla para Morgan de Toi. Localización: Hotel Claris de Barcelona.