El Palacio Real esconde un sinfín de secretos. Posee 135.000 metros cuadrados, repartidos en 3.418 habitaciones. Algunos de sus rincones están abiertos al público, sin embargo, hay otros que permanecen cerrados a cal y canto. Nos referimos a los sótanos, los cuales permanecen por completo a oscuras. De hecho, es imposible acceder a ellos si no es con la ayuda de una linterna, tal y como muestra un trabajador de Patrimonio Nacional en un vídeo que acaba de ver la luz.
Lejos del lujo y las enormes alfombras que los Reyes Felipe y Letizia sí pisan de forma habitual, los sótanos del Palacio Real representan lugares inhóspitos. Por ello, nadie duda que ninguna de Sus Majestades visita estas estancias de las que, por primera vez, somos testigos. Pero, ¿qué curiosidades esconden? Tal y como explican desde Patrimonio, "son unos corredores que no están abiertos al público, que tienen un kilómetro de sótano, dos plantas y una altura de más de 20 metros". Construidos de piedra, llaman la atención por sus bóvedas y sus maravillosas vistas.
Es en su interior donde podemos ver, entre otras cosas, un tragaluz oculto por el que se siguen viendo sótanos. "No suele haber nadie porque no es el sitio", comentan al mostrar esta zona tan desconocida y misteriosa del Palacio Real. "¿Preparados para una nueva aventura? Bajamos a los imponentes sótanos del Palacio Real de Madrid. Permaneced a nuestro lado para no perderos... ¡Aquí abajo hay cerca de un kilómetro de pasillos! Nuestra ruta sale de la gruta de Camelias, a nivel del jardín. Después descenderemos hasta doce metros por debajo del nivel de la plaza de Oriente", explican mientras nos invitan a pasear virtualmente por ellos.
Al parecer, en estos sótanos se encontraba antiguamente la cocina, los talleres, la cerrajería y los almacenes. Dos plantas que ahora han quedado inutilizadas y de las que apenas se sabía nada. Al menos durante los últimos años, algo curioso teniendo en cuenta que se permite acceder solo a ciertas partes del palacio por cuestiones de seguridad. Unos gruesos muros que ahora se cuelan en las redes y que quizás la Reina Letizia haya visto de cerca por primera vez ahora.
El Palacio Real se construyó en piedra y ladrillo y fue Filippo Juvara su arquitecto. Quiso que fuera cuatro veces más grande, pero su altísimo coste provocó que su propuesta se desechara. Fue durante su construcción cuando comenzaron algunas historias para no olvidar, ya que algunos de sus obreros aseguraron haber visto fantasmas trepando por la fachada. Tal fue el pánico que se hizo un exorcismo y parte de los trabajadores fueron lavados con agua bendita.
A este detalle tan llamativo se suman otros como las características del Palacio Real. El edificio data del siglo XVIII y posee 870 ventanas, 240 balcones y 44 escaleras, todas ellas con sus particularidades. Gestionado por Patrimonio Nacional, tiene un alto coste de mantenimiento. Así lo reflejan los datos publicados, en los cuales se explica que se han adecuado algunos espacios del palacio por un total de 4,5 millones de euros. Un altísimo coste que no da la sensación que se gaste en lugares como el sótano, donde apenas hay nada en su interior.