Los tres grandes desafíos a los que se enfrenta la Infanta Sofía al terminar el curso académico en Gales

Convertida en una mujercita y después de todo un curso escolar liberada de las férreas normas de Zarzuela, Sofía debe volver a adaptarse a los usos y costumbres que imperan tras los muros de Palacio. Preocupada por los comportamientos hedonistas y titulares maliciosos que durante años han protagonizado sus primos Froilán y Victoria Federica, la Reina Letizia vigila muy de cerca que la imagen de sus dos hijas sea ejemplar, algo que conlleva duras restricciones para una joven de su edad.

Primera norma: un verano libre de locuras

Mientras las jóvenes de su edad viven los meses de verano asistiendo a sus primeros festivales, iniciándose en el mundo de las fiestas o paseando con los inevitables amores de verano Sofía deberá velar por mantener la imagen intachable de la institución de la que forma parte.

Como cada verano, se espera que la Familia Real disfrute de sus vacaciones en el Palacio de Marivent,donde realizarán su esperado posado estival. Cualquier joven de su edad -como les pasó a los hijos de la Infanta Elena- verían estos días como una oportunidad para disfrutar y experimentar con la oferta de ocio que ofrece la isla: las discotecas, las cadenas de comida rápida o las excursiones en los coches de esos amigos que estrenan carné de conducir son territorio vedado para la Infanta.

 

Su espontaneidad, un arma de doble filo

Por todos es conocido el carácter fresco y espontáneo que caracteriza a la hija menor de los Reyes. Su naturaleza despreocupada supone un arma de doble filo para la hoja de ruta que la institución tiene diseñada para ella: por un lado, su cercanía despierta la simpatía general de los españoles; pero, por otra parte, corre el riesgo de mostrar una imagen inconveniente. Doña Letizia ha establecido un código de conducta para sus hijas en el que no pueden mostrarse alteradas por ninguna situación.

Además de Froilán y Victoria Federica, la reina Letizia tiene en mente otras imágenes grabadas a fuego de ‘royals’ europeos en actitud indecorosa: el peso de las juergas del Príncipe Harry o los escarceos etílicos de los Casiraghi o Christian de Dinamarca sobrevuelan sobre la memoria histórica de la monarca y bajo ningún concepto piensa tolerar que su hija menor, que como cualquier joven de su edad puede cometer rebeldías, protagonice espectáculos similares. 

Su primer acto oficial, en el horizonte

Mantener una imagen impecable de la Infanta Sofía durante el verano le permitiría triunfar al representante de menor edad de nuestra Familia Real a su primer acto público en solitario. Tal y como se informó hace unas semanas, está previsto que Sofía de Borbón presida durante el mes de otoño la entrega de unos galardones que llevan su nombre. El certamen 'Objetivo Patrimonio. Concurso de Fotografía Infanta Sofía' se trata de una iniciativa que con el impecable madrinazgo de la joven busca difundir y comportar a través de imágenes su rico patrimonio histórico, cultural y natural”.

Este paso al frente de la Infanta Sofía en el marco de la agenda institucional situará por primera vez a la hija menor de los reyes en el foco de la noticia. A pesar de que Casa Real ha elegido un evento distendido, dinámico y bonito todo debe salir perfecto y nada puede dejarse al azar: su dicción, el sentido de sus palabras, su comportamiento y hasta el atuendo que elija será diseccionado hasta el milímetro tanto por los medios de comunicación como por la cada vez más crispada clase política.

 

El enorme listón que le deja Leonor

 De la misma manera, las comparaciones de la Infanta Sofía con su hermana mayor, la Princesa Leonor serán inevitables. Si bien la responsabilidad de la mayor es infinitamente superior por su naturaleza de Heredera al Trono, la solvencia que su hermana ha demostrado en todos y cada uno de los actos que ha protagonizado suponen un enorme desafío para la joven.

Ambas hermanas están muy unidas y se han mostrado cómplices y unidas durante los últimos años, pero cada una de ellas ha mostrado su propia personalidad. A nivel físico y estético las características propias de Sofía son más que notables: no solo más alta que su hermana, sino que guarda mayor parecido a la familia griega de la Reina Sofía.

Otra de las realidades que marcan la diferencia entre las dos hermanas tiene que ver con su estilo personal. Mientras la Princesa suele apostar por looks más clásicos, Sofía se ha mostrado más cercana a las tendencias actuales y desenfadadas.

Un gran valor para la Corona

 En definitiva, la Infanta Sofía es un activo de enorme valor para la Corona y la operación para acercarla a los españoles ya ha comenzado. Por todo ello las próximas semanas serán decisivas para que su figura institucional tome fuerza y mantenga a la Primera Familia del Estado en altos niveles de estima por parte de la población.