Víctor Sandoval es en persona auténticamente igual que cuando lo vemos por televisión. No tiene dobleces. Te contesta a las preguntas con la misma intensidad que lo haría un amigo de toda la vida y, lo mejor, que notas que lo hace con el corazón. Porque si hay algo que mueve a Víctor son las emociones. “¿Cómo te encuentras?”, le preguntamos. “Mal, es mi estado natural”, nos dice entre risas.
El concursante de ‘Bake Off’ nos recibe en su casa. Un piso que ha alquilado a raíz de su participación en el programa de ‘Sálvese quien pueda’ (Netflix) y en el que convive con Neo, su mascota. Su compañero de confianza y al que casi acabamos por entrevistar. Víctor ha vivido muchas vidas, hay muchos Víctor dentro él y hoy nos muestra a uno que está a punto de emprender un nuevo capítulo en su vida…
¿Qué significa esta casa para ti?
Todas mis casas han sido siempre mi refugio. Yo soy súper casero, no soy fiestero, aunque la gente tenga esa imagen de mí.
Cuéntame la historia de este piso ¿Cómo llegaste aquí?
Yo vivía en Sitges. Llevaba 10 años viviendo en un apartahotel, los dueños eran como de mi familia, pero mis padres estaban ya mayores y decidí venirme a estar los últimos años con ellos. Pues según llegué, llegó la pandemia y se me murieron. Primero mi padre a los dos meses, y luego mi madre a los tres.
¡Qué duro, Víctor!
Y ya no me puedo marchar porque con la pandemia nos quedamos bloqueados un tiempo. Yo alquilo una casa, que es un segundo interior oscurísimo y super viejo. Era la casa era de terror y a mí me daba mucha vergüenza que vinieran mis amigos. De hecho, no vino nadie, nada más que Belén y María Patiño, del resto no dejé entrar a nadie porque me daba vergüenza. Una vez vino Susi caramelo para hacerme una sección como esta para el programa ‘Cuentos Chinos’ y cómo sería la casa que no se pudo emitir porque decían que me perjudicaría a la imagen.
¿Y cómo sucede el cambio?
Yo no soy nómada, a mí no me gusta cambiarme, me cambio por obligación. Belén fue una de las que me insistió en que tenía que cambiarme. El caso es que empezamos a mirar casas, pero eran todos estudios. Yo no tenía muebles, estos muebles me los he comprado aquí y todo y gracias a Netflix (¡Sálvese quien pueda!) porque yo no tenía nada. Todo el dinero me lo gasté en el alquiler del piso y en comprar muebles.
¿Y todo lo generado en Sálvame?
Haz cuenta que yo no trabajaba, es decir, yo iba un día al Deluxe y punto. Yo a Sálvame Diario no iba.
Y entonces encuentras esto.
Desde que la vi recé para que fuera para mí. Llamé a Belén y vino con su marido. Me dijo que tenía que conseguirla, pero claro, la casera me tenía miedo. Me ha pasado muchas veces, he ido a alquilar y no me han alquilado por el rastro de internet que hay de mí y mi reducida economía, es lo que tiene contar tu vida y tus penas. Entonces, se me pidió un año por adelantado – Víctor se gira hacia su mascota - ¿Verdad, Neo? - y lo pagué ¡Se lo debo todo a Netflix!
¿La casera ya se fía de ti?
Es mi vecina del lado y ahora somos como familia (risas). De hecho, he estado con Alba Carrillo y su madre en su casa, porque su cocina es enorme, ya sabes, para practicar repostería…
¿Cómo fue la mudanza?
Me ayudaron mucho Belén Esteban y María Patiño. María me ayudó con los muebles, la pacha, la ropa… y Belén igual.
Parece cómo si empezaras de cero, pero llevas toda una vida dedicándote al mundo de la televisión y no veo muchos objetos tuyos personales.
Todo lo demás está en el fondo del mar.
¿Y eso?
No lo quiero nombrar (habla de su exmarido, Nacho Polo). Ya no siento odio, siento indiferencia. Me ha costado mucho.
¿Cuánto?
50 años (risas).
Háblame de ti, de tus raíces.
Yo soy muy de la vida. Con mis hermanos de sangre no tengo relación. No los veo. Mi hermano se supone que tiene 3 años más que yo, mi hermana 11 años. Con ella hablo de vez en cuando por teléfono, pero mi hermano es como si no existiese. Estoy solo.
Pero hay familia que no es de sangre.
Yo me he elegido a mi familia. Son gente con la que llevo casi 50 años. Gente como Alaska y Nacho Canut.
¿Cómo surge esa relación?
Cuando yo era un crio de 16 años, vi una estética en ellos que me fascinó. Fui el presidente del club de fans de los Pegamoides en el año 82. Todo el mundo tenía club de fans y ellos no tenían club fans. Nunca me han soltado de la mano ni yo a ellos. Alaska es más importante que mi madre. Tú fíjate que es fuerte la frase, pero es la realidad, es como yo lo siento y nadie tiene porqué juzgarme.
¿Y tu madre?
Mi madre estaba en casa, hacía la comida, sí, muy bien. Me trajo al mundo, pero ya está. Quien me ha estado aleccionando de la vida o con quien he caminado es con esta señorita.
Hablando de temas profesionales. ¿Qué ha sucedido en ‘Ni que fuéramos’? Hace tiempo que no te vemos
Pasó una cosa en el programa en el que me sentí totalmente asfixiado. Fue una situación que sucedió con una persona que está trabajando ahora en el programa, que no voy a dar el nombre porque me produce indiferencia. Pasa algo en el que yo ya digo hasta aquí y justo en ese momento me sale ‘Bake off’ y lo cojo. Estamos viviendo una generación de cristal muy peligrosa, extremadamente peligrosa, donde cualquier palabra que utilizas la llevan al tema que ellos quieren. Para destruirte, no para potenciarte, para destruirte.
¿Te replanteas volver al programa?
Primero voy a ver cuánto tiempo duro en ‘Bake Off’ y según vea el tiempo que duro, analizaré mi economía y si mi economía me lo permite ya decidiré… Es muy difícil que yo pueda volver a compartir programa con esa persona, más que nada porque está judicializada la cosa.
¿Tan grave fue la cosa?
Yo he sufrido hace acoso en redes y lo tengo judicializado. Yo tengo que ser fiel conmigo mismo, que es con quien vivo y a quien me debo. Yo no tengo que ser fiel con gente que está en redes sociales, que no conozco de nada, ni se quiénes son. Tampoco a los intereses partidistas de una alimaña que lo que quiere es destruir. Es una persona que no está en mi vida ni va a estar más.
Eso es un no.
Como la voy a meter el juicio, no se puede. Yo no voy a estar trabajando en el mismo entorno en el que está una persona a la que tenga llevada a juicio. Soy coherente conmigo mismo. Yo creo que mi futuro está en Televisión Española. Dios me va llevando ahí.
Has hecho muchas cosas en televisión.
Pero no se recuerda. Fue fui el primer presentador homosexual abierto declarado de este país. Nadie lo dice. Nombras a otros compañeros, pero yo no existo. Víctor Gutiérrez (nadados de waterpolo y actual diputado del PP) escribió en su libro que su referente homosexual era yo, porque cuando era un niño él veía ‘Mamma mía’, los niños para meterse con él lo llamaban por mi nombre y entonces él se fijaba en el homosexual normativo para que nadie se metiese con él. Era un problema. Yo era el maricón que nadie quiere ser.
¿Te has planteado escribir tus memorias?
La quería escribir Jimmy Jiménez Arnau y al final no pudo ser. Ahora no quiero que la haga alguien que esté relacionado conmigo o que tenga una visión partidista. Se me ha planteado la posibilidad de que mi biografía la escriba un historiador de la Universidad de Madrid. He vivido mucho y en todas esas etapas, hay una historia de un país, hay una historia social que va acorde con todo lo que yo he vivido y que justificará lo que yo he vivido o no.