Este miércoles 20 de noviembre la Reina Letizia e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, coincidieron en los Premios de Periodismo de la Asociación de la Prensa de Madrid. Se sentaron juntas, pero la interacción fue mínima. Tanto es así que numerosos usuarios han opinado de esta actitud, la cual en cuestión de minutos se hacía viral en redes sociales como X, el antiguo Twitter. Es ahí donde encontramos a muchos usuarios analizando lo sucedido entre Su Majestad y la política, quienes también fueron enfrentadas en cuestiones de estilo, aunque ese es otro asunto.
"Vaya momento más incómodo","No se están mirando ni a la cara", "Se ha marcado una evidente distancia" o "Isabel tampoco pone mucho interés" son solo algunos de los mensajes. Mientras estos valoran lo sucedido en la sala, donde estaban a escasos centímetros de la otra, otros se fijan en el saludo a las puertas de la Casa de Correos, en la plaza del Sol de la capital. Este fue mucho más caluroso y cariñoso que cuando minutos después coinciden juntas. En ese momento, en cambio, es cuando la tensión se hace evidente.
El significado del gesto de Letizia con su pelo, según expertos en comunicación no verbal
Isabel Díaz Ayuso empieza a mirar a todas y ninguna parte, mientras la Reina Letizia se toca en varias ocasiones el pelo. Según los expertos en comunicación no verbal, este gesto inconsciente se debe a ansiedad o nerviosismo. Es tocando el pelo cuando liberamos tensiones y ayudamos a distraernos, provocando una sensación de alivio innegable. Quién sabe si la Reina Letizia lo hacía por eso o por una cuestión que nada tiene que ver con ello.
Otros lectores reparan en el rostro serio de ambas. Quizás por la situación, por la sobriedad del acto o porque simplemente había más gente al lado de ellas. Un punto sobre el que ninguna de las protagonistas se han pronunciado y que sí ha generado un gran debate en el universo 2.0, siendo muchos los que dan su punto de vista. Cada cual más llamativo y diferente.
"Ausencia de miradas o palabras", dice otro usuario de las redes sociales
Hay quien incluso va más allá e insiste en la ausencia de "miradas o de palabras" entre ellas. "Nada de nada"; puntualiza. Nada que ver con la cercanía que la Reina Letizia mostró con excompañeros de profesión como Pedro Piqueras, con el que estuvo muy cariñosa o el día anterior en Chiva, donde abrazó y besó a varios vecinos que lo habían perdido todo. Se dejó ver natural, empática y cercana en todo momento, incluso con una niña pequeña que corrió a sus brazos. Un instante que, por cierto, analizamos en SEMANA con la ayuda de Javier Torregrosa, experto en comunicación no verbal.
Tanto ella como el Rey Felipe dejaron ver su versión más entrañable. Así lo cuenta el experto en neurociencia aplicada a las emociones y sinergólogo. "La aproximación primero del Rey y después de la Reina" con una niña pequeña a la que sin dudar abrazaban. "Es una aproximación empática. El Rey le muestra su rotativo izquierdo, la parte izquierda de la cara. Si ofrecemos la hemicara derecha establecemos control y distancia, pero si es la izquierda es al contrario. Le ofrece toda la empatía del mundo a esta niña, es entrañable", analizó Torregrosa sobre lo sucedido este martes 19 de noviembre. "Con Letizia sucede lo mismo. Los dos se aproximan a todos para mostrar su apoyo y su parte emocional", añadió.
Los mensajes que la Reina Letizia manda a través de la comunicación no verbal
La Reina Letizia siempre ha demostrado ser una grandísima profesional, además de capaz de mandar mensajes cargados de significado en cada uno de sus actos. Ya sea a través de su ropa, sus joyas o de sus gestos. Por ejemplo, con los pendientes de Singularu, la marca valenciana que perdió gran parte de su negocio tras el paso de la DANA. Así les mostró su apoyo público e intentó mejorar sus ventas, luciendo, por ejemplo, hasta en cuatro actos diferentes sus alhajas.
También lo hizo cuando visitó Paiporta, uno de los municipios más azotados en la Comunidad Valenciana por las graves inundaciones. Ahí pudimos verla devastada. De hecho, hubo un momento en el que rompió a llorar al escuchar la desgarradora historia de una vecina que estaba desesperada. Pocos segundos que mostraron su versión más cercana y vulnerable.