A finales de julio regresaba el 'Grand Prix' después de haber estado 18 años de descanso. La versión renovada del mítico programa de televisión conseguía arrasar en audiencias y era aplaudido tanto por los más nostálgicos como los más jóvenes. En sus tres primeras entregas, Ramón García volvía a consolidarse como la gran esencia del formato. El presentador bromeaba con los participantes y nombraba a su hija Natalia, a quien subió a una de las bolas del programa cuando tan solo tenía dos años. Con el paso del tiempo, la joven, así como su hermana pequeña, se ha convertido en el gran pilar del vasco.
Natalia García cumplía la mayoría de edad en medio del sonado divorcio de sus padres, Ramón García y Patricia Cerezo. De hecho, su puesta de largo coincidió en el tiempo con el aluvión mediático que propició la separación del presentador y la periodista. La joven es una apasionada de la moda y de los viajes, aunque su futuro profesional está lejos de la televisión. "Cuida lo que te hace feliz" es el mantra que reina en su vida.
Con un perfil muy discreto, la hija mayor de Ramón García y Patricia Cerezo estudia Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Pontificia Comillas ICADE, en pleno centro de Madrid. Compagina sus estudios con su trabajo en la empresa que pertenece al área de innovación abierta de Telefónica, Wayra. Sus padres siempre se han mostrado muy orgullosos de ella y de todos sus logros. Pimpi, que así la llama cariñosamente su madre, tiene un gran sentido de la responsabilidad y es muy generosa. "Llegaste a este mundo para disfrutar y valorar cada segundo de esta vida y estoy segura que lo vas a hacer siempre", le llegó a dedicar Patricia Cerezo en sus redes sociales cuando su hija mayor cumplió 19 años.
Para Ramón García Natalia es su ojito derecho y para la joven el presentador es "el sol de mi vida". Así lo describió ella misma al presumir de una foto junto a su progenitor mientras bailaban juntos en su puesta de largo. Ambos están muy unidos y es muy habitual ver a la joven junto al presentador en las plazas de toros. De manera reciente, el vasco se emocionaba al recordar el momento en el que subió a su hija en la bola de los bolos locos del 'Grand Prix' cuando tan solo tenía dos años.
Natalia García y su faceta como voluntaria
Natalia García es muy generosa con los demás. La hija de Ramón y Patricia ha realizado trabajos de voluntariado desde que era bien pequeña. Pasó por Cáritas para hacer actividades con niños huérfanos. También perteneció al grupo de voluntarios dedicados a recoger alimentos dirigidos a comedores sociales. De manera más reciente, en 2020, estuvo un año de voluntaria en un centro penitenciario ayudando a las reclusas con hijos de hasta 12 años e impartía clases de lectura, tal y como presume ella misma en su perfil de LinkedIn.