Paula Echevarría es muy de pasar tiempo con su familia. Sin embargo, es consciente que de vez en cuando hay que hacer planes con amigos para desconectar de la rutina. Eso es lo que acaba de hacer. Y es que la actriz ha dejado al pequeño Miguel con su padre para poder disfrutar de una quedada con sus amigas de toda la vida, con las que sigue manteniendo el contacto a pesar de que se encuentran en Asturias. Allí está pasando unos días antes de volver a la rutina de Madrid.
La actriz sale a una verbena en Asturias con sus amigas
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Encuentra un rato para estar con sus amigas
Sus vacaciones en Asturias las está aprovechando al máximo. No ha parado de pasar tiempo con su familia. Sin embargo, ha querido encontrar un hueco para reunirse con sus amigas de toda la vida, a las que ve en pocas ocasiones por culpa de la distancia. «Sin perder el Norte ? #Asturias ? #Amigas ???????????? #Chiringuito ? #Romería ?», ha escrito emocionada junto a varias fotos del planazo.
Una verbena de pueblo
Después de disfrutar de una cena relajada, en la que se han puesto al día de sus vidas, el grupo de amigas ha acudido a una verbena de lo más animada. El lugar tenía puestos de comida, tómbolas, pero también había un escenario enorme. No han podido ser más felices durante las horas que ha durado su escapada.
Paula estaba feliz
Ha sido la actriz la encargada de mostrar todo lo que ha hecho con sus amigas. No podía estar más feliz de poder reunirse con sus amigas de toda la vida, con las que sigue manteniendo el contacto a pesar de que ella vive en Madrid. Las vacaciones las aprovecha para ir al norte y reunirse con ella.
Una amistad que sigue manteniendo
Paula lleva años instalada en Madrid, donde formó su vida. Allí tiene a su familia, pero también los compromisos profesionales. Eso sí, siempre tiene en su corazón su tierra natal, Asturias, a la que viaja siempre que tiene un hueco libre en su agenda. Y es que no solo tiene allí a sus padres, también a sus amigas.
"Esta paz", escribía Paula
Antes de salir a cenar, Paula y sus amigas visitaron un acantilado en pleno atardecer para disfrutar de la brisa. «Esta paz», escribía ella. Antes de volver a Madrid necesitaba respirar este aire. Una imagen que no olvidará cuando esté inmersa en su rutina.