Marta López Palomo ha sido notablemente ausente en la boda de Kiko Hernández. La razón es evidente: se encuentra trabajando como modelo en Milán. Hace poco, mostró en sus redes sociales el apartamento donde vive. A diferencia de algunas de sus colegas, Marta prefiere vivir sola y no compartir espacio con otras modelos.
Gana más dinero como influencer
No obstante, más allá de su vida en la pasarela, Marta López Álamo no tiene reparos en hablar abiertamente sobre su situación financiera. Asegura que su labor como influencer le proporciona una fuente significativa de ingresos. Según Marta, algunas modelos, ya sean hijas de famosas o aquellas que llevan años en la industria desde muy jóvenes, tienen una ventaja notable, ya que su renombre les permite obtener mayores ganancias. Sin embargo, ella aclara: "En un mercado como Italia, donde nadie me conoce, mis ingresos son similares a los de una modelo promedio. Si bien gano mucho más como influencer, mi pasión verdadera es la de ser modelo. Es en lo que verdaderamente disfruto trabajando."
Marta López Álamo es una figura que no deja indiferente a nadie. Recientemente, causó revuelo con un video en sus redes sociales donde compartía trucos de belleza para lograr un "efecto de cabello mojado". En él, Marta detallaba pasos como humedecer el cabello y utilizar productos como cera, espuma, aloe vera, protector de calor e incluso aceite. A pesar de presentarlo como una técnica casual y casera, la respuesta no fue la esperada. La publicación desató una ola de comentarios negativos y se convirtió en tema de controversia, llegando a convertirse en Trending Topic en plataformas como Twitter. Hubo usuarios que, con humor, llegaron a comentar si sólo le "faltaba kétchup en el pelo".
Una vida no siempre fácil
La esposa de Kiko Matamoros no siempre maneja bien las críticas. En varias ocasiones, ha compartido con sus seguidores cómo se siente emocionalmente, admitiendo que no atraviesa su mejor etapa. Hay días en los que se despierta sin ganas de hacer nada, sintiendo el deseo de simplemente volver a dormir. Aunque estos sentimientos podrían interpretarse como indicios de una posible depresión, ella encuentra consuelo y fuerza en el amor y apoyo de su esposo, Kiko Matamoros.
"No me ocurre nada en particular", comenta, "y no comparto esto para buscar lástima. De hecho, esta mañana me levanté animada, con ganas de jugar al pádel por primera vez." A través de estas reflexiones, la modelo busca que sus seguidores comprendan que, pese a las apariencias, su vida no es siempre fácil. Quiere subrayar que, como cualquier persona, tiene días buenos y malos. Si bien reconoce que está pasando por un momento complicado, confía en que es una etapa pasajera y que, con esfuerzo y determinación, continuará persiguiendo y alcanzando sus sueños en el mundo del modelaje.