Este 2020 está siendo un año de cambios en todos los sentidos. Pero si hay una persona a la que la vida le ha dado un giro radical esa es Luján Argüelles (43). La presentadora se ha separado del que fuera su pareja durante siete años, el empresario Carlos Arenas, y después de una larga temporada en Mediaset, ha emprendido una nueva aventura televisiva de la mano de Antena 3. Una serie de cambios que ha compartido en una entrevista íntima con SEMANA.

lujan para semana

Luján, a ti no te ha hecho falta cambiar de año para cambiar de vida, ¿verdad?Bueno… Yo creo que todos vamos a necesitar, después de este año, cambiar de vida otra vez. Pero, efectivamente, he cambiado muchas cosas.

¿Cómo has hecho para que nadie notara que te estabas separando?

Pues igual, siendo más actriz que Penélope Cruz…

Mejor empecemos por el principio, ¿cómo has pasado estos meses y a qué te has aferrado para no decaer?

Cuando tienes una niña no te puedes permitir deprimirte o decaer. Los niños requieren mucho de ti y tienes que tener mucha energía, estar siempre jugando y haciendo de todo para que esté entretenida.

Pero reprimir los sentimientos no es bueno. Siempre acaban aflorando…

Claro. Luego, cuando estás en la cama y ella está dormida, solo queda agarrarte a que las situaciones son finitas…

Durante esa dura etapa sabrías decirme, ¿qué ha sido lo peor y lo mejor?

Lo mejor, haber pasado tantas horas con mi hija. Porque, aunque disfruto mucho de ella, estar 24 horas juntas es algo que debo agradecer al confinamiento. Y lo peor ha sido ver los informativos. Yo entro muy rápido en simbiosis con el de enfrente y claro, yo veía cualquier cosa y me mataba. Y luego el que no le encuentre una explicación racional, enseguida me cortocircuita y en este caso aún no encuentro nada que me convenza de lo que está pasando.

lujan semana

¿Te has sentido impotente por no poder ayudar?

Sí. Pero bueno, al final podías hacer algo a través de las redes sociales, mandando mensajes de energía, pero tampoco perdiendo la cabeza. Porque he visto a mucha gente en sus perfiles con una energía tan positivísima, que he dicho: ‘esto no es verdad’. El mundo se estaba cayendo, se moría la gente, se perdían puestos de trabajo… Por eso era raro leer ‘¡qué guay el confinamiento! ¡He aprendido a cocinar!’.

¿Cómo estás viviendo esta segunda oleada?

Con muchísima responsabilidad. Después de lo que hemos pasado, no nos queda otra y me indigna cuando hay un aviso de posible confinamiento perimetral y enseguida todo el mundo comienza a hacer reservas en diferentes sitios para evitarlo. Con todo lo que está pasando (y que va a pasar, me temo), lo menos que nos puede ocurrir es que nos sometan a un confinamiento perimetral en ciudades como Madrid o León.

Antes hablábamos cambios. Vamos primero con los profesionales. Después de tanto tiempo ligada a Mediaset saltas a Atresmedia…

También estuve diez años ligada a Onda Cero, que era Grupo Planeta Atresmedia en ese momento. Nada más entrar en los estudios me encontré con mi amigo Marce, un antiguo directivo de aquella época, y muchos amigos más. Estaba deseando entrar en aquellos estudios (cosa que no hice a causa del Covid). Estoy muy agradecida a Mediaset por todos estos años, pero es lícito y lógico que lo esté viviendo con mucha ilusión, porque es una casa en la que he estado mucho tiempo y porque es un proyecto que me llena mucho.

¿Has recibido las felicitaciones por parte de tus ex compañeros de Telecinco?

He recibido comentarios de felicitaciones tanto de compañeros de Mediaset como de Antena 3.

Vas a presentar Divididos. ¿Nos puedes adelantar algo?

La mecánica consiste en cuatro personas que no se conocen de nada y personalidades muy distintas, que tendrán que ponerse de acuerdo para ir contestando preguntas y ganar dinero. Es muy trepidante y divertido. Estoy como una niña en plató. A veces me pregunto si realmente estoy trabajando… Me he sentido muy cómoda, de verdad. He sido muy yo. De repente, he vuelto a ser la Luján de Password.