Agradecida e ilusionada. Así se enfrenta Lara Álvarez al que es su mayor reto profesional hasta la fecha. Recibió la llamada que le cambió el ánimo hace algo más de un mes y la noticia se hacía pública justo cuando su aventura hondureña de Supervivientes llegaba a su fin. Ya era un hecho: Mediaset apostaba por ella y, por primera vez, le encargaba la conducción de un reality en solitario. Y lo más importante para ella, desde España. Esta vez no tendrá que claudicar ante tantas renuncias que han mermado su ánimo en los últimos años siendo una de las estrellas del formato de supervivencia. Lara será la maestra de ceremonias de Pesadilla en el paraíso desde Cádiz y no puede estar más feliz.
La presentadora de televisión está buscando estabilidad
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Logra encontrar su hueco
Por fin, la asturiana logra el lugar que durante mucho tiempo ha estado reclamando. La ausencia de estabilidad y los cambios han sido la tónica general en la vida de la periodista desde que se pusiera al frente de Supervivientes hace más de siete años. Desde hace bastante tiempo Lara vivía condicionada a esa llamada que le confirmase que, un año más, debía poner rumbo a Honduras durante tres meses. Meses en los que su vida se paraliza para entregarse de lleno al programa más salvaje de toda la parrilla televisiva y, por eso, tal y como ya publicó SEMANA hace unos meses, Lara comunicó a sus jefes su deseo de dar el salto a otro formato más estable que, de alguna manera, recompensase su gran sacrificio personal.
No se sentía valorada
Lara sentía que no le daban esa oportunidad para la que lleva años haciendo méritos y mostró sus quejas. Supervivientes, sí, pero con condiciones. Lara pedía un formato a su medida y así ha sido. Ahora sus plegarias han sido atendidas y la cadena por fin le muestra confianza y respaldo. Será la estrella del nuevo buque insignia de la cadena con el que arrancará la nueva temporada. Su elección es toda una declaración de intenciones por parte del grupo audiovisual, que busca desesperadamente revulsivos para revitalizar una audiencia resentida.
Vuelta de tuerca
Y que, además, deja fuera de juego al que hasta ahora era el rey de los formatos de convivencia: Jorge Javier Vázquez. Así nos lo hace saber un miembro de la cadena de Fuencarral, que ha podido vivir de cerca la cronología de esta elección: “Es una labor que perfectamente podría haber asumido Jorge desde Madrid, tal y como se hizo en 2011 cuando se emitió Acorralados. Él presentaba desde plató y Raquel Sánchez Silva lo hacía desde Asturias. Pero han buscado darle una vuelta de tuerca al programa y, de paso, apostar por alguien como Lara. Llevaba tiempo sacrificándose para que se le diese una oportunidad así y por fin le ha llegado. Ella está exultante y así se lo ha mostrado al equipo de la productora que ya ha podido tener contacto con ella”, nos cuenta.
Las condiciones del sí
Mediaset ha visto en ella un filón y es que, en estos tres meses que ha durado la aventura de Supervivientes, este ha sido el único programa que ha mantenido unos datos de audiencia muy superiores a la media que viene cosechando Telecinco desde hace meses. La asturiana se ha convertido en una apuesta seguras del grupo a la hora de impulsar el share y la cadena lo sabe. En un momento en el que han perdido muchos de sus rostros emergentes, no se podían permitir más pasos en falso.
Ha pedido una casa con jardín para ella
Consciente de ello, la asturiana ha impuesto una serie de exigencias además de una suculenta cifra económica. La comunicadora ha solicitado que se ponga a su disposición una casa con jardín, piscina y otras comodidades para que ella pueda vivir junto a sus dos perros, ya que el espacio de televisión no se grabará en Madrid, ciudad en la que ella reside, sino en Cádiz. Lara tenía desde el principio muy claro cuáles eran sus pretensiones, entre ellas no separarse nuevamente de sus mascotas, y todas ellas han sido aceptadas, según hemos podido confirmar. Lara podrá disfrutar de una casa similar a la que tiene en Madrid, por la que pagó 600.000€ en 2018 y en ella recibirá a su familia y amigos hasta noviembre, que será cuando la grabación del programa finalice.