No hay verano si Ana Obregón no posa en la playa. La actriz lleva haciéndolo desde hace muchos años y siempre se ha esperado como agua de mayo ver qué bañador elige para inaugurar el periodo estival. Consciente de ello, la presentadora ha echado la vista atrás y ha recordado su primer posado veraniego, cuando tan solo era una niña pequeña. Una fotografía inédita con la que ha querido darle su lugar a su padre.
"Mi primer posado de verano", escribía Ana Obregón junto a una imagen en la que le vemos de pequeña, en bañador, y sobre los brazos de su padre. Una simpática imagen que nunca antes habíamos visto y que la actriz se ha encargado de compartir para dedicarle unas preciosas imágenes a su progenitor. Eso sí, también ha reconocido que no es de sus favoritos porque guarda malos recuerdos. "La verdad, papá, ese primer posado no me gustó nada. Lloré como una magdalena todo el rato", comentaba.
La nostalgia ha invadido de nuevo a Ana Obregón, que está centrada ahora en estar al lado de su padre, el mayor tiempo que sea posible. Por ello, también ha aprovechado para darle gracias por todo lo que ha hecho por ella durante todos estos años. "Gracias por cuidarme siempre, ahora me toca a mi", insiste. El verano es una temporada muy dolorosa para la actriz puesto que era el momento en el que más disfrutaba junto a su pequeño del alma, Álex Lequio.
Este año es diferente porque hay dos grandes ausencias en su vida. Ana Obregón siempre recuerda a su madre y a su hijo, así como todos los momentos que vivió junto a ellos. Este año ha sido el primero que ha sido capaz de viajar de nuevo a su casa de Mallorca, que tantos recuerdos le trae.
Ana Obregón ha hecho realidad su sueño
Después de dos dolorosos años desde el fallecimiento de Álex Lequio, Ana Obregón ha hecho realidad el proyecto que se prometió a sí misma emprender tras perder a su único hijo: la Fundación que lleva su nombre. «Estoy muy emocionada porque después de dos años de lucha, a veces sin fuerzas he podido crear la fundación de mi hijo«, anunció la presentadora. En todo este tiempo ha tenido que dedicar mucho tiempo a «papeleo, abogados, notarías», pero ahora «por fin», empieza «nuestra actividad». Esta consiste en «la investigación del cáncer aportando nuestro granito de arena para salvar vidas». «Ojalá consigamos que ninguna madre ni padre tengan que pasar por lo que que estamos viviendo», insistía la bióloga. Ana ha logrado arrancar con un importantísimo plan con el que quiere ayudar a tantas familias que, al igual que ella, deben enfrentarse cara a cara con el cáncer.