El último año, totalmente atípico para muchos, Alejandra Rubio ha estado al pie del cañón colaborando los fines de semana en el programa 'Viva la vida'. Inmersa en distintos proyectos, la hija de Terelu Campos se ha sincerado con sus seguidores en cuestiones personales y ha aclarado lo qué ha pasado con sus estudios de Derecho en la Universidad Antonio de Nebrija. Una carrera que comenzó hace un año y que parecía tener un poco aparcada.
La joven, de 20 años, continúa matriculada en la universidad, pero este curso ha optado por coger tan solo unas pocas asignaturas con el único fin de "poder sacarlas bien", tal y como ella misma ha afirmado vía redes. Reconocía que no dispone de mucho tiempo para hincar los cocos y estudiar todo lo necesario. Además, vaticinaba nuevos proyectos que le hacen especial ilusión sin entrar en detalles: "Vienen cositas nuevas que ya os contaré".
Por el momento, Alejandra se siente cada día más cómoda en el plató de 'Viva la vida' donde en ocasiones coincide con su madre y con su tía, Carmen Borrego. "Estoy muy contenta, cada día aprendiendo poco a poco", ha indicado sobre este perfil profesional. Se está haciendo un hueco en la pequeña pantalla desde donde responde a ciertas polémicas en las que se ve envuelta su familia. Una de las últimas ocasiones se produjo a raíz de la desconcertante entrevista de la matriarca del clan, María Teresa Campos, en 'Sábado Deluxe'.
Su sonado primer día
Hace un año, la joven iniciaba su periodo universitario. Afrontó con mucha ilusión el primer día de clase, una jornada que se vio empañado cuando algunos de sus compañeros se dieron cuenta de su identidad. Se sintió muy observada cuando muchos fueron los que pusieron el foco en ella. Confeso entonces haber sufrido diversos cuchicheos en clase: "Me fui a casa llorando", dijo a través de su canal en 'Mtmad'.
«El primer día de universidad no podía dormir por la noche. Me puse súper nerviosa por el miedo que tenía… A ver esta gente cómo va a ser, cómo van a ser mis compañeros. Estaba súper nerviosa». Una vez en la universidad, la profesora le preguntó a ella junto a otros compañeros qué aspiraciones profesionales tenía y ella dijo que quería ser abogada penalista. Fue entonces cuando algunos reconocieron que era la hija de Terelu Campos: «Es lo normal. Yo lo entiendo. Que yo no soy nadie. Pertenezco a una familia conocida de la televisión», dijo.
No solo eso, los murmullos se intensificaron y dieron paso a las risas, algo que que no le gustó en absoluto y que denunció públicamente. «Se rieron un poco. Sinceramente, me molestó. Cállate un poco y ten un poco de respeto, que no soy un mono de feria».