A estas alturas ya deberíamos entender que la relación de Ana Obregón y Antonia Dell’Atte nunca ha sido ni será una balsa de aceite. Está marcada por el desastre desde el mismo momento en el que la española se enamoró del entonces marido de la italiana, Alessandro Lequio. Lo cual no deja de ser paradójico, porque fue precisamente Antonia Dell`Atte quien presentó el conde a la actriz y presentadora española.

Las primeras broncas públicas de las dos mujeres se produjeron en cuanto la relación Lequio-Obregón se hizo pública con el famoso “no he roto nada que no estuviera roto antes” de Anita en la prensa. El conflicto posterior se fue alimentando y retransmitiendo, como si de los capítulos de un culebrón se tratara, semana tras semana, en sucesivas portadas de revistas y programas del corazón.

Lequio y Ana Obregón, juntos a pesar de estar casado Anotnia Dell'Atte

Ana Obregón y Alessandro Lequio en los 90, cuando eran pareja.

Gtres

Si Antonia Dell’Atte declaraba ser incapaz de sentirse celosa de Ana Obregón porque era “alguien inferior a mí en todo”, Ana Obregón no se quedaba corta y enviaba un mensaje vía entrevista para dejar claro que ella no hablaba de cierta persona porque “si se revuelve en la basura sale el mal olor”.

El motivo de aquellas primeras broncas era evidente: una italiana despechada y abandonada y una pareja incipiente a la que le daba igual que él estuviera casado con otra. Tanto les daba igual que el conde le pidió matrimonio a su nuevo amor en pleno directo, en un programa de televisión. Y poco después, embarazo sorpresa de por medio. No es de extrañar que estuviera al caer la primera demanda que recrudeció el combate entre las dos mujeres, la del divorcio que Dell’Atte se negó rotundamente a firmar.

El juicio que perdió Antonia Dell’Atte que no sirvió para que se callara

Con el divorcio aún sin rubricar y Ana y Alessandro aún juntos y revueltos, llegó otra demanda aún más sonada que la de la separación, la provocada por un mítico programa que ya es historia de la televisión española: el de “La máquina de la verdad” emitido el 13 de octubre de 1993.

Los insultos que Antonia Dell’Atte profirió sobre Ana Obregón y su hijo Álex en aquel espacio le costaron a ella misma y a Julián Lago pagar una indemnización a Ana García Obregón por injurias y calumnias por valor de 30 millones de pesetas.

Antonia Dell'Atte y Ana Obregón, amigas o enemigas

Antonia Dell'Atte ha sido una dura rival para Ana Obregón.

Aun así, los ataques entre ambas mujeres no cesaron. Aún estaba por llegar el día que Antonia declaró que Ana Obregón tenía silicona hasta en el cerebro y el día que Ana Obregón afirmó que en España había cosas más importantes que los ataques de celos de una italiana.

Finalmente, en 1994, llega la separación oficial Lequio-Dell’Atte. Pero para la pareja de amantes es demasiado tarde: Alessandro y Ana ya no estaban juntos. Se podría decir que, aunque en este caso Antonia Dell’Atte claudicó, la victoria moral fue suya porque, al final, su “enemiga” no pudo disfrutar de la libertad de Alessandro Lequio. Él ya la había abandonado por otra

Las inesperadas treguas, y la batalla final de Ana Obregón y Antonia Dell'Atte

Justo cuando todos pensaban que los ánimos entre ambas mujeres se calmarían, las pullas continuaron hasta completar la friolera de 25 años de enfrentamiento frontal y velado. Hasta que llegó el año 2015. Entonces, ambas coinciden en Sevilla, ¡y se llevaron bien! En realidad, el milagro sevillano había comenzado antes, cuando ambas coincidieron en el funeral de la suegra común, la madre de Alessandro Lequio, Sandra Torlonia, en Turín.

Antonia Dell'Atte y Ana Obregón durante el entierro de Sandra Tolonia

La modelo Antonia Dell'Atte y la actriz Ana García Obregón durante el entierro de Sandra Tolonia en Turín.

Un año más tarde de aquella buena sintonía llegó la exclusiva de la revista ‘Hola’ más bizarra de todas: Ana Obregón y Antonia Dell’Atte posando juntas y asegurando haber enterrado el hacha de guerra. “La vida nos pone a todos en nuestro sitio. Estamos donde deberíamos haber estado, las dos somos madres luchadoras que hemos sacado a nuestros hijos adelante con nuestro trabajo y esfuerzo. Y eso creo que en una sociedad se debería admirar”, afirmó Obregón.

Pero desde el pasado aún quedaba una cuenta pendiente que dinamitaría su simulacro de paz social: los presuntos malos tratos de Alessandro Lequio sobre Antonia Dell’Atte. En 1991 Antonia Dell’Atte denunció a Alessandro Lequio en la comisaría madrileña de Chamberí por abandono de hogar y malos tratos.

En la copia que aporta de esa denuncia Dell’Atte aparece una mancha de corrector sobre la cual está escrita la parte de los malos tratos. Suficiente para que Ana Obregón defendiera en aquel momento y posteriormente a Alessandro Lequio y acabara acusando a la italiana de poner una denuncia falsa contra su ex.

Por toda respuesta, Antonia Dell’Atte acabó demandando a Ana Obregón por calumnias. “La falsificación de actos público-jurídicos es un grave delito que jamás he cometido. Una vez más, defendiendo a este señor has caído ingenuamente en la trampa de un cobarde”, le contesta la italiana a Ana Obregón.

Poco después publica en el diario La Vanguardia las “cartas de la vergüenza”: unas misivas supuestamente escritas por Alessandro Lequio y dirigidas a Antonia Dell’Atte en las que reconoce el maltrato y le pide perdón. Quién ganará finalmente este juicio aún no se sabe, pero tenemos claro que seguramente no sea el último de la pareja.