La celulitis es una de las mayores preocupaciones estéticas y uno de los principales motivos de consulta en las clínicas de estética ya que afecta a un 95 % de las mujeres. Son cúmulos de grasa localizados que están asociados, sobre todo, a la presencia de hormonas femeninas y, aunque no se puede erradicar completamente, sí que existen diferentes técnicas para mantenerla bajo control.
¿Qué es la celulitis?
Las Dra. Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto de la Clínica de medicina estética Mira+Cueto, explican que el término celulitis en realidad “es un término incorrecto para denominar este trastorno estético, ya que, en medicina, toda terminación en “itis” significa inflamación o infección. El término más completo que se utiliza para designarla es PEFE: Paniculopatía Edemato Fibroesclerótica. Este concepto expresa los fenómenos que tienen lugar en la piel y su repercusión sobre el aspecto exterior de la misma, comúnmente conocida como ‘piel de naranja’”.
¿Qué es en realidad la celulitis o PEFE? “La celulitis es una alteración del tejido que está bajo la piel llamado tejido celular subcutáneo que se acompaña de cambios en la microcirculación del tejido conjuntivo, dando lugar a modificaciones morfológicas, histoquímicas y bioquímicas del tejido”, señalan las expertas.
En las mujeres los depósitos de grasa se localizan en unos compartimentos delimitados por tractos, o entre espacios, de tejido conjuntivo. Se ubican sobre todo en vientre, caderas, muslos, glúteos y la parte interna de las rodillas. Las doctoras advierten que “la mala circulación impide la eliminación de líquido y de las sustancias tóxicas que toda célula genera diariamente. Su acúmulo dentro y alrededor de las células irrita las mismas induciendo una reacción de defensa similar al proceso de cicatrización. Se producen tractos fibrosos entre las células, que se adhieren a las capas superficiales de la piel tirando de ellas hacia dentro, al mismo tiempo que el líquido empuja el tejido hacia fuera. El resultado de tanto ‘tira y afloja’ es la archiconocida piel de naranja”.
Al ser una patología multifactorial lo ideal es tratarla desde varios frentes abordándola con varias técnicas y tratamientos para controlar la celulitis y mejorar la circulación y la apariencia de la piel.
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Tratamientos recomendados para la celulitis
Los productos cosméticos anticelulíticos son una herramienta magnífica para tratar el problema de la celulitis y la retención de líquidos. Geles, cremas, parches, vendas… la mayoría contienen en su fórmula ingredientes como centella asiática, cafeína, carnitina… “Estos productos no sólo son eficaces por sus acciones sino también en su uso continuado. Para poder ver resultados satisfactorios en el aspecto de la piel, se debe seguir el tratamiento durante al menos dos meses. Por otro lado, también es importante la correcta aplicación y pauta de tratamiento”, aseguran las doctoras Mira y Cueto.
La aplicación tópica de los productos estimula la circulación superficial y ayuda a mejorar la textura y la apariencia de la piel. Los parches y vendas permiten que, por oclusión, los productos penetren mejor. Las cremas y geles necesitan mucha constancia y, para que funcionen mejor, es recomendable activar la microcirculación y dilatar los poros por lo que es conveniente aplicar el producto después de la ducha o sauna y tras una correcta exfoliación.
Los tratamientos de cabina son de gran ayuda para mantener a raya la celulitis. Las doctoras recomiendan sobre todo el drenaje linfático manual, la radiofrecuencia, electroterapia, ultrasonidos, infiltraciones de mesoterapia, carboxiterapia o infiltraciones de ácido poliláctico y hidroxiapatita cálcica.
Infusiones y complementos nutricionales
A pesar de una de las causas fundamentales de la aparición de la celulitis es la retención de líquidos, no está indicado por los expertos el uso de medicamentos diuréticos por los efectos secundarios que conlleva. Sin embargo, sí que se recomiendan algunos extractos vegetales y sustancias activas para mejorarla y eliminar líquido sobrando del organismo sin riesgos.
Las infusiones de cola de caballo o de diente de león son fabulosas para contrarrestar la retención de líquidos. Así como extractos, cápsulas y comprimidos de fibra que se tomaría media hora antes de la comida con dos vasos de agua según las expertas, o la carotina que debe tomarse media hora antes de hacer ejercicio.
Beber mucha agua es muy importante para eliminar toxinas y evitar que los líquidos se estanquen en el organismo agravando así el problema de la celulitis y piel de naranja.
Hábitos saludables
Además de la aplicación tópica de productos, los tratamientos de cabina y la ingesta de suplementos adecuados e infusiones, desde la Clínica Mira+Cueto recomiendan seguir unos hábitos de vida saludables:
- Disminuir la ingesta de grasas saturadas (margarina, bollería industrial…) e hidratos de carbono de absorción rápida (azúcares, pasteles…) es el primer paso ya que aumentan los niveles de azúcar en sangre pero no generan saciedad por lo que producen un aumento del contenido de masa corporal total.
- Es importante incluir suficiente proteína en la dieta como carnes magras pescado, huevos, legumbres y frutos secos, para favorecer la masa muscular, de esta manera la celulitis será menos evidente.
- Reducir la ingesta de sal para no contribuir a la retención de líquidos.
- No abusar de la pimienta y otras especias fuertes que contribuyen a la acumulación de toxinas en el organismo
- Aumentar el consumo de fibra, frutas y verduras.
- Beber al menos 2 litros de agua al día para ayudar a eliminar toxinas. Evita, además, las bebidas carbonatadas que hinchan y elevan los niveles de cortisol empeorando el problema de celulitis.
- Hacer ejercicio de manera regular. Caminar, montar en bici, nadar, hacer ejercicios de fuerza como sentadillas, zancadas... que fortalecan la musculatura mejorando así la piel de naranja. Todo lo que sea moverse dificulta la retención de líquidos y ayuda a controlar la celulitis.
Una estrategia de 360º a la hora de abordar la celulitis va a ser mucho más efectiva para controlar la piel de naranja y mejorar la circulación, la retención de líquidos y la apariencia de la piel. ¡Palabra de expertas!